El Albacete Balompié, ya en plena segunda vuelta del campeonato liguero, vive un momento complicado porque las jornadas avanzan, cada vez queda menos para llegar al final, cada fin de semana que pasa el equipo blanco está más cerca de los puestos de descenso y, a día de hoy, la distancia con el pozo es de un punto.
Muy distinto es el panorama al vivido en la campaña anterior, cuando la mirada era hacia arriba, a los puestos de ascenso directo o de promoción. Entonces, las flores eran para Alfonso Serrano, director deportivo del club blanco, y Rubén Albés, el entrenador, porque Serrano y Albés, compañeros de pupitre, fueron unos brillantes alumnos en el curso pasado, con notas altas. Ahora se mira con miedo hacia abajo, y por el devenir del campeonato, ya en un nuevo curso, parece que estos dos estudiantes dejaron aparcados los libros y quisieron vivir de las rentas, olvidando que cada día, en este caso cada temporada, tiene su afán. El resultado, un suspenso en los parciales de diciembre, los de media temporada, por lo que en enero tocó estudiar a destajo para subir la nota.
El examen de recuperación vino en forma de mercado invernal de fichajes y los dos compañeros de pupitre, junto al resto de los que completan la dirección del club, se aplicaron en los últimos días y ayer, última jornada del mercado, llegaron los anuncios de nuevos fichajes para lo que resta de temporada.
Ahora será el profesor, que no es otro que el propio campeonato liguero, el que decidirá si es suficiente para aprobar el curso.