Llevaba ya tiempo sin acudir al Ecoparque, pero el pasado domingo, tras retirar unas piezas de madera y de metal volví a ir para depositarlas allí, como buen ciudadano concienciado con el reciclaje. Un poco empanado, no vi los carteles que avisan de un recorrido alternativo, por lo que seguí el itinerario normal hasta que me encontré con el acceso cerrado por las obras de ampliación que la Confederación Hidrográfica del Júcar realiza en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), Di marcha atrás y encontré los carteles que indican cómo ir, algo que no aparece en la web del Ecoparque, en su apartado cómo llegar.
Seguí las indicaciones y llegué al Punto Limpio, con el pero de que hay un buen tramo que es un camino de tierra. Deposité el material que llevaba y volví a casa, con la sorpresa de que al bajar de mi coche, que además es de color negro y la suciedad se ve con bastante claridad, tenía un vehículo lleno de polvo. Tenía dos opciones, dejar así mi coche o volver a sacarlo del garaje, ir a un lavadero y quitarle todo el polvo acumulado. Opté por la segunda, pero entre que salí de mi casa para reciclar y volver invertí más de una hora y cuatro euros en la maquinita del lavadero.
No sé el tiempo que se mantendrá este itinerario alternativo al Ecoparque, pero creo que sería positivo acondicionar mejor ese acceso, con el añadido de que, una vez finalizadas las obras en la EDAR, habría un segundo itinerario de acceso. Concienciar a los ciudadanos y fomentar el reciclaje está muy bien, pero hay que facilitar el camino, nunca mejor dicho, porque no es normal ir al Punto Limpio y volver con el coche sucio.