Juan Carlos Unzué es un enfermo de Esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Los aficionados al deporte, además, lo identifican con un portero de fútbol y, posteriormente, entrenador. Todos los ajenos al deporte rey quizás lo asocien a la persona que sacó los colores a la mayoría de diputados nacionales. Sucedió en febrero de 2024, cuando en el Congreso se celebró una jornada por una regulación que garantizase una vida digna a las personas con ELA y Unzué pidió que los diputados presentes en la sala levantasen la mano. Lo hicieron cinco, por lo que los otros 345, como dijo nuestro protagonista, tendrían cosas más importantes que hacer.
Ser una persona conocida por su pasado como futbolista y su empeño, junto al de tantos anónimos que padecen la ELA, sirvió para ponerle las pilas a nuestra clase política y que, por fin, se aprobase la ley ELA, aunque lo de su aplicación parece que todavía es harina de otro costal.
Unzué, enfermo de ELA desde el año 2020, vuelve a ser noticia al anunciar que, debido a la limitación respiratoria, deja de comentar partidos de fútbol en la plataforma DAZN. A raíz de este paso, en otra entrevista, afirmó que, llegado el momento, renunciará a la traqueostomía, a sabiendas de que esta decisión puede acortar su vida. «Prefiero marcharme un poco antes, pero con la sensación de que mi vida ha sido plena hasta el último día», afirmó.
Ojalá sea después que antes, pero hay que respetar la decisión de quien luchó más por los enfermos de ELA que la mayoría de nuestros políticos.