El mundo del fútbol y el de los toros mantienen muchas similitudes y, no en vano, numerosos aficionados de una parcela lo son a la misma vez de la otra. En cada aficionado al fútbol hay un entrenador que, por ejemplo, para la Eurocopa hubiese llevado a algún jugador distinto de los que ha llevado el seleccionador Luis de la Fuente; al igual que en cada aficionado hay un empresario que hubiera variado a algunos de los toreros o ganaderías que aparecen ya plasmados en los carteles que ayer presentó la UTE Casas-Amador en una gala.
En la víspera, hablaba el empresario Manuel Amador de equilibrio para confeccionar los carteles, con figuras, novedades de la temporada y toreros locales como ingredientes. Vistas las combinaciones, con el empresario que cada uno lleva dentro, la Feria Taurina se presenta muy interesante, con variedad de encastes en el ganado y con atractivos entre los coletudos en cada una de las tardes. Barriendo para casa, hay una notable presencia de locales, aunque los de la tierra que se han quedado fuera dirán que bendita la gracia que tiene lo que escribo, pero cuatro puestos para novilleros y cinco para matadores de toros, incluyendo la alternativa de Navalón, está bastante bien, sobre todo, cuando en la mayoría de las ferias aparece uno o ninguno.
Volviendo al equilibrio del que hablaba el empresario, yo añado un cuarto elemento y no es otro que el fin que tiene toda empresa, ganar dinero.
Hasta aquí la teoría, la práctica llega del 8 al 17 de septiembre, con el permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide.