La semana pasada vio la luz la que probablemente va a ser la última canción publicada por los Beatles, cuyo revelador título es Now And Then, como si se tratara de establecer un vínculo entre el pasado legendario de la banda y un presente en el que los ecos de sus glorias pretéritas todavía resuenan con fuerza. La canción proviene de una maqueta que John Lennon grabó en su casa acompañándose al piano. Hasta el día de hoy no existía la tecnología necesaria para separar y limpiar la voz de Lennon con una calidad suficiente. Pero la inteligencia artificial hace milagros, por no mencionar la inteligencia humana, siempre dispuesta a seguir explotando la gallina de los huevos de oro. A los auténticos seguidores del grupo no nos cabe duda de que su legado musical concluyó a finales de los 60, con la separación de sus miembros y la publicación de sus últimos trabajos. Y, sin embargo, hemos esperado con expectación el día en que Now And Then viera la luz, aunque la canción ya la conocíamos en su versión de maqueta. Y lo cierto es que pocos nos hemos sentido decepcionados. El tema se nos ha entregado envuelto en unos preciosos arreglos que hacen que suene más a los Beatles que la mayoría de las canciones de los Beatles. Ni aquel Free As A Bird que se publicó en 1995 ni este nuevo canto de cisne, por mucho que nos los sirvan como milagros tecnológicos, admiten comparación con el material clásico de los de Liverpool. Nunca existirá la tecnología que permita emular canciones tan inolvidables como Strawberry Fields Forever o A Day In The Life (ambas de Lennon, por cierto). El auténtico mérito de estos chispazos finales o póstumos es el de recordarnos que los Beatles y su monumental legado musical siempre estarán ahí, si es que a alguien había tenido la osadía de olvidarlo.