Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


El último de la Guinea española

14/01/2025

Estas navidades me reencontré con el ilustre barrajeño, el coronel de la Guardia Civil, Paco Abellán. A pesar de sus muchos años de vida, el de Barrax conserva esa mirada viva y penetrante. Fue un jefe destacado de la Guardia Civil de Albacete en los tiempos de mi adolescencia. De sus hijos, Javier, Begoña y Cristina (qepd), fuimos amigos de la mejor juventud. En Madrid, Abellán nos invitaba a la Jefatura en el día de la Patrona. Por esos giros de la vida, Armando Lucas, personalidad de la prensa de la Transición, me sugirió ver a Paco Abellán. «Javier, tienes que escuchar la historia de tu amigo sobre su paso por Guinea Ecuatorial. Es fascinante». Armando facilitó enseguida el encuentro. Abellán nos contó ser el último guardia civil que vivió directamente los hechos ocurridos entre la independencia de la Guinea española del 12 de octubre de 1968 hasta nuestra salida final en abril de 1969. El presidente Macías había azuzado las hostilidades contra los españoles. Abellán, al frente de su Compañía con 150 guardias, se acuarteló en la antigua Santa Isabel, la hoy capital Malabo. Otros muchos civiles españoles se refugiaron tras él por las agresiones de las juventudes de Macías. Con gran fuerza moral y una ejemplar disciplina, Abellán y sus guardias afrontaron una situación de gran violencia sin pegar un solo tiro. Con escasos víveres y con brotes de paludismo, se garantizó la seguridad y el orden, evitando un baño de sangre de antiguos colonos como sí había pasado en el Congo. El 5 de abril de 1969 se daba la orden de arriar la bandera de España y, tras escuchar con emoción nuestro Himno Nacional, se abandonaba el puesto, saliendo en formación hacia las playas de la vieja isla de Fernando Poo, donde la Armada les esperaba para repatriarlos. Impecable fue el servicio prestado por el comandante de aviación, Armando Lucas, padre, quién facilitó la evacuación por aire de muchos españoles. Abellán finalizó emocionado su relato confesándonos que abandonó Guinea con el deber del servicio cumplido. Firmes, pero sin violencia. Guiándose como un guardia civil, aplicó la enseñanza de que el valor es aguantar el miedo un minuto más. 55 años después, había que contarlo y honrar así a uno de los nuestros, Paco Abellán.