En esta noche ferial, el legendario maestro Manuel García va a estrenar con la brillante Unión Musical Ciudad de Albacete un pasodoble que lleva el nombre de este columnista. Será a las 22 horas en el Auditorio Municipal dentro del Certamen ferial de Bandas. Su director, Alberto Nevado, virtuoso como musico y persona, le cederá para la ocasión la batuta de la prestigiosa Unión. El antiguo director de la reconocida Banda de Pozohondo, mucho tiempo titular de la plaza de toros de Albacete, es una leyenda viva del arte musical del pasodoble. Manolo es un extraordinario aficionado que tiene la tauromaquia cosida en los dedos desde los que dibuja notas magistrales en el pentagrama. Además, conoce bien el alma humana y su pasodoble es arquitectura de la persona a la que va dirigido. A Manolo lo conozco y admiro desde hace muchos años. En 1998 abrimos a la recordada Banda de Pozohondo las puertas de la Universidad madrileña. Manolo con su Banda triunfaron apoteósicamente en el Colegio Mayor de San Pablo con una inolvidable actuación llena de empaque, brío, ardor y salero. Nos emocionó a todos los presentes y especialmente a la mismísima madre del rey Juan Carlos, doña María de las Mercedes, allí presente. Manuel, querido amigo, alguna vez te he confesado que escucho un pasodoble en momentos en los que tengo que sacar fuerzas donde no las hay. También te he contado las numerosas tardes que me sentaba en el rellano de la plaza de toros al ladito mismo de la banda de música para escucharos. Allí, en esos tres palcos del 44 al 46, os he visto dirigir a ti y a Alberto Nevado, pero también a directores míticos como don Daniel y luego a don Crescencio cuando la Banda Municipal de Albacete era la titular. Manolo te lo he dicho varias veces que para mí superas en categoría musical a directores míticos de banda taurinas como el maestro Tristán de Sevilla o Urbano Ruiz Laorden de la de Bilbao. Y no solo lo digo yo. Una vez el maestro Lorenzo Gallego Castuera, recordado director de la plaza de Madrid, me dijo: «Manolo García está un paso por delante de todos nosotros».  Para un aficionado a los toros, que te compongan un pasodoble con tu nombre es lo máximo, pero que te lo regale un maestro como Manolo García es sentir en vida, La Gracia de Dios.