Me ha conmovido profundamente conocer estos días la desaparición el pasado fin de semana del profesor Manuel Requena Gallego, profesor, historiador e investigador de una de las etapas más importantes de la vida española en la provincia de Albacete desde finales del siglo XIX hasta una buena parte del siglo XX, período en el que se incluyen desde la decadencia de la monarquía española hasta la II República, pasando por la dictadura de Primo de Rivera, siguiendo sucesivos períodos y alternativas históricas, hasta darse de lleno en la Guerra Civil y en la dictadura que se erigió de ella hasta prolongarse durante los 40 años siguientes. Manuel Requena, miembro del Instituto de Estudios Albacetenses Don Juan Manuel y uno de los fundadores del Cedobi, Centro de Documentación de las Brigadas Internacionales, creado tras la colaboración del propio Instituto con la Universidad de Castilla-La Mancha, con Albacete como sede, era de esos historiadores que insistieron desde el principio en la idea de la recuperación de la memoria democrática para, con rigor histórico, sustituir el relato único impuesto desde décadas por los vencedores del conflicto bélico por otro más objetivo y acorde con la democracia, una democracia que no puede sostenerse sobre el olvido, la negación y la falta de reparación de los hechos históricos ocurridos en este país. Hoy el tema sigue en pleno debate y Requena nos deja en plenitud de liza sobre el papel que en la sociedad actual debe ocupar esa memoria. Pero no nos deja solos ante el reto, ahí nos aporta el valioso y rico legado de su trabajo, de sus publicaciones e investigaciones para conocimiento de nuestra propia historia.