Pedro J. García

Pedro J. García


Disfraces

28/02/2025

Estamos ya inmersos en el Carnaval, días de fiesta que, al menos, nos pueden servir para olvidar las penas del día a día, que no son pocas. Atrás quedaron jornadas de confección de disfraces, para los más exquisitos de esta celebración, o de compra de algo bueno, bonito y barato que, con cualquier arreglo, se puede mejorar. Quienes más fácil lo tienen son los políticos, porque deben invertir poco en estas fechas, ya que el disfraz lo llevan de serie, sobre todo los que están en el Gobierno.
Resulta que los partidos que, en teoría, eran los máximos defensores de las mujeres y sus derechos, Sumar y Podemos, están enfrascados en una lucha por quién era peor, si Errejón o Monedero, en cuestiones de acoso. Disfraz barato.
Resulta que María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, pone el grito en el cielo porque las autonomías gobernadas por el PP se marcharon de la reunión en la que iba a explicar su maravillosa quita de deuda, la misma que ella criticó cuando era consejera del Gobierno andaluz y la propuesta la hizo el ministro popular Cristóbal Montoro. Disfraz barato.
Del presidente del Gobierno, poco que no sepan les puedo contar, salvo que éste es de disfraz caro para los españoles y de gran variedad, al estilo Groucho Marx, a quien se le atribuye la frase «éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros».
Lo que no tiene disfraz es el coste de la vida, porque los datos del adelanto del IPC de febrero indican que la inflación encadena cinco meses consecutivos de ascensos y se sitúa en el tres por ciento, a falta de su confirmación a mediados de marzo. Mientras tanto, disfruten del Carnaval.