Me permitirá el amigo lector que ponga en duda las conclusiones de una de las últimas encuestas hechas públicas por el CIS. Que los datos del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, que dirige el polémico José Félix Tezanos, no tengan la credibilidad deseable puede que sea por las numerosas ocasiones en que han errado de forma más que grosera sus encuestas electorales; pero ahora no hablamos de encuestas electorales o de intención de voto, esta vez es la encuesta de las preocupaciones de la población y el dato que reseña que la inmigración es ya la mayoritaria y principal preocupación nacional, lo que supone una conclusión tan discutible como falsaria.
Que la inmigración sea el problema que más preocupa a los españoles parece ciertamente algo dudoso cuando vemos que en la calle la mayoría de los ciudadanos, independientemente de que consideren grave, que lo es, el fenómeno migratorio que estamos sufriendo, aquello que les quita el sueño son otras cuestiones en nuestra sociedad: como el precio de la vivienda, por ejemplo, el poder llegar a final de mes, el futuro de las pensiones, la situación de la sanidad pública o de otros servicios públicos, y por supuesto la polarización política cada vez más en alza provocando la continuada escalada de desafección entre los ciudadanos y la clase política. Pero es que además, con ese mensaje de la preocupación nacional que se quiere implantar entre la población, se desvirtúa el verdadero foco del problema que no es el ciudadano español víctima de las molestias de la marea migrante, la verdadera y principal víctima es el emigrante que huye de la injusticia y el drama humano del tercer mundo.