El serbio Vujadín Boskov fue un recordado entrenador del Real Madrid, de aquel Madrid de los García. Un zorro del banquillo que dejó para la historia del balompié una frase de leyenda tras ganar ante el Zaragoza en 1979: «fútbol es fútbol». Vujadín siempre concluía que el fútbol nos engancha porque es simple y es bello porque es sencillo. Cuanto más lo complicas, empeora. En aquellos años de Boskov, el único VAR que conocíamos era el Bar El Deporte, en los aledaños del Belmonte. En la alineación titular al menos cinco o seis jugadores eran de Albacete. Los accionistas de ahora éramos entonces los socios que demostrábamos con un mero carné, conocido en el idioma de Albacete como el punto. Y el dueño del club éramos todos y lo presidía un empresario conocido o un médico o farmacéutico albaceteño de prestigio, al que te cruzabas por la calle Ancha. Si al fútbol le quitas la emoción y la cercanía o el aspecto relacional entre la gente, te lo terminas cargando a la larga. Por eso me ha emocionado y me ha reconfortado con el fútbol de siempre, la decisión del pasado domingo de suspender el partido en Granada por la muerte de un aficionado en pleno partido. Este granadino no tuvo la misma suerte que sí corrió afortunadamente un espectador del Albacete contra el Denia CD en el Carlos Belmonte, a finales de los años 70. Cuando en el descanso del partido un hombre de edad madura subía la escalera central que daba al palco, ¡zás!, cayó fulminado por un infarto. Pero tuvo la inmensa suerte que lo hizo al lado de donde mi padre Juan, cirujano de profesión, tenía el abono con sus hermanos y le practicó los primeros auxilios, reanimándolo tras la parada cardiaca. El hombre pudo salir adelante. Ni él ni su familia, qué cosas, nunca tuvieron el detalle de agradecerle mínimamente haberle salvado la vida. Pero sí lo hizo el club que le mandó a la consulta un tarjetón de agradecimiento. Detalles de humanidad como lo del domingo en Granada, te vuelven a enganchar con el balompié de toda la vida. Y es que como sentenció Boskov: «fútbol es fútbol». Ni más, ni menos.