Anuncian que cierra el restaurante Los Martínez de la pedanía albacetense de Tinajeros. Será a finales de año. El más joven de los hermanos Martínez dice que no hay relevo familiar y que hasta aquí hemos llegado, dejando atrás más de 50 años de una de las casas de comida más queridas. La primera noticia de su reputación gastronómica, por sus gazpachos, por el afamado arroz caldoso o por sus finos embutidos de la casa, la tuvimos por el hoy olvidado maestro José Antonio Tendero. Y digo maestro porque durante años, Tendero, el de la calle Boticarios, ejerció magisterio cinematográfico en La Voz de Albacete de Perico García Munera y en Radio Popular. Y digo olvidado, porque la sociedad va por otro lado. El cine, salvo la resistencia de la Filmoteca de mi amigo Jesús López, le importa un carajo al personal. Y los medios escritos y hablados han prescindido en general de aquellos críticos locales de cine entre los que Tendero y el recordado Miguel Ángel Valero, dictaron en Albacete cátedra cinematográfica influyendo notablemente. Tendero nos hablaba de Los Martínez de Tinajeros, a donde se llevaba a comer en Feria a dos cómicos de raza, hoy olvidados, como Tomás Zori y Fernando Santos, cuando venían al viejo Teatro Circo con sus revistas, otro género, por cierto, del que nadie se acuerda. Y claro, en estos tiempos de jóvenes que no quieren saber nada de la sacrificada hostelería, pues sólo desean ser ingenieros o abogados, a Los Martínez de Tinajeros le ha llegado su tiempo. Para mí, el recuerdo de Los Martínez irá asociado a sobremesas de domingo previas a un partido del Albacete con el cielo cárdeno, aparcando en la calle Pepe Isbert de Tinajeros, entrando en su castizo y bullicioso local, para degustar en familia ese arroz y un vino blanco manchego. Iremos estas semanas para cerrar algo más que un restaurante y darles las gracias a los hermanos Martínez por su gastronomía y por su trato humano y cercano. Nunca olvidaré cómo se portaron con un familiar muy cercano ante una urgencia médica a pleno restaurante lleno. Con su partida, algo de nosotros también se clausura...