Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


La ‘batalla’ de Sánchez

22/10/2024

Dicen que el presidente habla, en privado, de batalla para definir a lo que se enfrenta en una actualidad en la que nada parece sonreírle… su consiguiente dosis de responsabilidad tendrá en esto. Mientras que hace unos meses, y ante la avalancha de críticas sufridas tanto en el plano oficial como el oficioso, por, sobre todo, la propuesta y aprobación de la, a todas luces, vergonzosa Ley de Amnistía, Sánchez decidió tomarse unos días para pensarse si le compensaba, o no, seguir presidiendo España, ahora se muestra guerrero y preparado para partirse el cobre con el que sea. Las razones de este cambio de actitud, ante una situación adversa más o menos idéntica, no sabemos a qué obedecen, pero, en cualquier caso, nos alegramos de que alguien de la máxima responsabilidad de su cargo, en vez de abandonar el país a su suerte durante unos días para consultar con su almohada, si le apetecía continuar o no, ahora coja al toro por los cuernos para, de alguna manera, revertir lo negativo de una dinámica que, poco a poco, lo va estrangulando políticamente. Y ese morlaco, negro como el azabache y astifino como un estilete, tiene dos feas trayectorias en su virtual cornada. Una lleva el nombre de Begoña y la otra de Ábalos, dos personas que fueron -y aún lo es, en el caso de su mujer, o al menos eso nos venden- de su más extrema confianza personal y política, y que ahora se han convertido en dos problemones que, en su exceso, podrían costarle una moción de censura del estilo de aquella que acabó, literalmente, con Rajoy, curiosamente liderada por Ábalos, por diversos casos de alta corrupción condenados en donde debe ser, en sede judicial. Huelga decir que el exdiputado socialista, ahora del grupo mixto, fue la diestra de un Sánchez que se lo confió todo en un momento en el que necesitaba a un bicho de esta categoría, por no decir calaña, para despejarle el camino a base de dentelladas y maniobras que, ahora, se antojan, poco claras. Y ya se sabe que el que nada junto a peces enormes, dotados de dientes como serruchos, corre un alto peligro. Y lo sabe, o debe. Conociendo solo la punta del iceberg del llamado Caso Koldo, que parece que más tarde que pronto implicará a Ábalos, la cosa pinta mal para un Sánchez que sí, ahora dice que quiere dar la batalla. Gensanta, como habría dicho el gran Forges.