Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


La dimisión de Martínez

08/10/2024

La dimisión de un político cualquiera es algo raro, extraño, casi un caso en extinción. Generalmente, los que acceden a estas lides, se aferran a los sillones como auténticas lapas. Y es que para muchos se trata más de una provechosa salida profesional más que algo entendido desde la propia y exigida vocación por el servicio público. Manuel Martínez salió hace unos días para anunciar oficialmente lo que ya se sabía desde hace tiempo en los foros consistoriales. El concejal socialista, tras nueve años de actividad política municipal, deja el cargo y, también, la política. Esa doble dimisión tiene una infrahistoria que afectan a cuestiones que parten siempre a desencuentros referentes a lo que uno anhela y, por otro lado, el partido al que pertenece, por lo que sea, le tiene preparado. En el caso de Martínez todo se torció de forma irreparable cuando se propuso para liderar el grupo socialista en el Ayuntamiento, desde la oposición, pero sus jefes decidieron que fuese Amparo Torres la heredera natural del saliente Sáez. Un caso parecido al de María José Sáez o del propio José González, otros dos aspirantes que se postularon para dirimir el futuro sociata en lo local y a los que se dejó en el fondo del banquillo por cuestiones internas que nos atrevemos a entender. Martínez dice que entrega su acta de edil para dar nuevos pasos en la espera personal y profesional. Y se le aplaude por ello. Lo más fácil habría sido seguir siendo concejal (a medias) y cobrando (al completo) como tal, como siguen haciendo otros sin que se sepa muy bien qué hacen o a dónde van. Lo que pasa es que para ser honesto, sobre todo con los afiliados y simpatizantes del PSOE, Martínez debería haber contado que él tenía sus propios planes para la reformulación de su partido y que, por supuesto, no coincidieron con los que realmente mandan en el mismo. Y al mismo le pide aproveche el proceso de congresos y asambleas que se va a producir durante los próximos meses, ya que, a su juicio, la militancia del PSOE de Albacete está repleta de talento y capacidad y, apostilla afirmando que «es necesario que se lleve a cabo una amplia renovación para ofrecer nuevos proyectos, equipos y liderazgos que vuelvan a ilusionar a la ciudadanía». Blanco y en botella; vamos, que es leche. Llegados a este punto, me reafirmo en la felicitación a un político que se va porque no le dejan hacer, pero me gustaría que se cuente toda la verdad sobre una carrera por el poder en la que Torres supo dejar tirados, en una virtual cuneta, a todos los que la quisieron adelantar, sobre todo, por la izquierda. Veremos.