Con el Ferión 2024 -así, con mayúsculas- todavía en marcha, va llegando la hora de los balances de todo tipo en el que, por supuesto, destaca el de una afluencia de público que cada año crece de forma imparable. La mejor Feria del España, que seguramente lo es y como ya se conoce y reconoce por todo el país, se enfrenta a un problema de aforo que, dependiendo de cómo se vaya resolviendo en próximas ediciones, ayude a que crezca de forma sostenible por asumible, o muera de éxito con lo que ello supondría para una ciudad que tiene en su feria a la mayor empresa local facturando cada año más de 100 millones de euros en poco más de 10 días. Según cifras oficiales, el sábado pasado, 14 de septiembre, por el Recinto Ferial pasaron más de 425.000 personas por un espacio que suma sólo unos cientos de miles de metros cuadrados. Seguramente, la cifra final de asistencia supere los tres millones, siendo la Feria más frecuentada de la Historia, con todo lo que ello supone. Mientras todos los oriundos nos recuperamos de los estragos feriales, que haberlos haylos, celebramos que el Ayuntamiento haya acertado de pleno con varias iniciativas que, sin duda, han servido para descongestionar de alguna forma, la zona de la Feria pura y dura. La extraordinaria programación de la Feria de los Barrios -que han atraído a miles de vecinos durante tres días de celebración- y la creación de las zonas de aparcamiento disuasorias y gratuitas, y bien comunicadas por buses públicos, han mejorado algo la fluidez del gigantesco tránsito en la «zona cero ferial» comprendida entre la calle de la Feria, el recinto y los ejidos. Pero ambas estupendas propuestas parece que no serán suficientes para que en siguientes ediciones la Feria siga acogiendo a más gente, sobre todo en ese fin de semana de campanillas en el que toda España quiere venir a disfrutar de la su mejor feria. Parece una evidencia empezar a pensar en que debemos de «ferializar» más zonas del núcleo urbano, pensando sobre todo en las más anexas a la misma y que, por cuestión de cercanía, nos lleva a pensar en la Fiesta del Árbol y los aledaños de Imaginalia. También que la ordenación de la misma Feria merece de una revisión profunda, ya que lo cómodo que puede suponer tenerlo todo tan cerca, da lugar a zonas de colapso, como así sucedió durante este pasado fin de semana. Sin ninguna duda todos somos conscientes de que nuestra querida joya ferial debe de seguir en expansión por el bien de Albacete y su ciudadanía, y por eso debemos de cerrar este Ferión 2024 celebrando de nuevo un éxito sin discusión que, necesariamente, debe de llevarnos a una inmediata reflexión; tan profunda como efectiva. Ya en ello.