La memoria de nuestras calles

Virgilio Molina
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La calle Isaac Peral data de finales del siglo XIXy su apertura se produjo años después de la construcción del palacio de la Diputación Provincial e incluso de la inauguración del emblemático Teatro Circo

Imagen de la vía. - Foto: JCMH

La calle Isaac Peral está situada en pleno centro urbano y ya en el siglo XIX, junto con la estación de ferrocarril y el viejo Ayuntamiento, la Audiencia Territorial y otros edificios conformaban la zona neurálgica de Albacete. Abierta en junio de 1890 su breve recorrido transcurre entre el cruce con el actual Paseo de la Libertad y la calle San Antonio, en dirección Noroeste-Sureste. La vía se formó en el lugar donde se encontraban las casas de Arteaga y Siete Cuartos, que fueron demolidas, y con el solar de Alonso Martínez. 

Entre 1877 y 1880 se construyó el Palacio de la Diputación Provincial,? cuya fachada lateral se sitúa en esta misma calle y en 1887 se levantó el Teatro Circo, sin que aún existiera como tal dicha calle.

Como puede verse en la reconstrucción del diseñador gráfico José Carlos Molina de las Heras, vemos que este edificio emblemático de la cultura local sufrió diversas reformas hasta que a principios del XXI adquirió su actual aspecto, con la reinauguración del Teatro Circo en 2002.

Esta reconstrucción informática permite observar cómo una calle -concretamente la parte de la derecha- sigue una evolución en el tiempo, siguiendo a veces modas, a veces caprichos arquitectónicos que van cambiando su fisonomía, determinada sobre todo por las sucesivas fachadas del coliseo, algo que el ciudadano no apreciar con detalle por la propia estrechez de las calles o el ritmo frenético de nuestros días e impide valorarlos en su justa medida.

Esta arteria que tiene hoy marcado acento cultural -el edificio levantado en el número 11 de la acera opuesta el pasado siglo fue sede de la UNED y hoy alberga del Departamento de Danza del Real Conservatorio-, ocupaba un espacio  encharcado por aguas pluviales y las arrojadas por los vecinos antes de su apertura y fue bautizada así por la coincidencia cronológica con las exitosas pruebas oficiales del sumergible de Isaac Peral.