De una belleza visual insuperable, puesto que fue rodada en la costa amalfitana y la isla de Capri, la última propuesta del director Paolo Sorrentino es tan singular como otras anteriores, y donde rinde homenaje a su ciudad natal, Nápoles. Para encarnar a la protagonista ha contado con la joven Celeste Dalla Porta, de la que se dice que es la nueva musa del cine italiano. 

Su personaje de Parthenope  da la impresión que no desea que su belleza sea determinante en su devenir profesional. ¿En su vida real piensa usted así?

No estoy de acuerdo. Creo que no reniega de su belleza sino que es una mujer valiente y libre que hace de su físico un gran poder y, al mismo tiempo, posee inteligencia, porque ambas cosas son parte de ella misma. Creo que no soy tan guapa como Parthenope, ya que  se ha hecho un gran trabajo de maquillaje y  de fotografía en mi fisonomía. 

¿Tuvo que hacer un casting muy largo para acceder a ser protagonista de este filme? 

Sí, hice muchos castings porque, al ser mi primer papel protagonista, Paolo Sorrentino quería estar muy seguro de su elección. Me ha puesto pruebas con tiempos muy largos de interpretación hasta elegirme.

¿Qué fue lo más complicado para usted de este trabajo?

La sensación de que esa película fuera infinita, porque tres meses de rodaje, antes ensayos, el casting, por lo tanto me parecía un tiempo muy largo. Casi un año en todas estas facetas y ahora, con la promoción de la película, casi van a ser dos años.

Sorrentino realiza películas visualmente cuidadísimas. ¿Eso repercute también en ustedes, los actores? 

Muchísimo, cuidaba todo, es muy perfeccionista. Desde el enfoque al maquillaje, la pose, el vestuario, la peluquería. Acabé agotadísima. 

La cinta habla de multitud de temas; de la búsqueda intelectual, del suicidio, de la cirugía plástica, de la religión… ¿Qué le impacto más?

Seguramente, la morbosidad de la relación entre los dos hermanos. Ese amor imposible que les separa con la muerte pero que, al mismo tiempo, es el motor de toda la historia de Parthenope. Y de todas las elecciones que hace en la vida. Es como si, al morir su hermano, hubiera fallecido algo de ella misma, es algo muy intenso.

Parthenope es joven, de una belleza deslumbrante, pero a la que siempre le atraen hombres mayores, y nada agradables físicamente. ¿A qué lo achaca usted?

¿Por qué no? Además, al comienzo, tiene un novio joven, Sandrino. En la vida de esta mujer, ella hacer muchas elecciones y con estas relaciones Paolo Sorrentino claramente pretende provocar al espectador. Quiere situar a la protagonista guapa y atractiva al lado del hombre mayor, anciano y desagradable. Esta es una de las claves de la filmografía de Paolo, le encanta este tipo de provocación.