Hace días coincidí en Madrid con un caudetano joven, pero ya ilustre, como Rafael Párrizas Pagán. Rafa fue un destacado colegial en mi época al frente del Colegio Mayor de San Pablo de Madrid. Hoy es un alto directivo en el BBVA. Rafa es hijo de dos caudetanos, conocidos emprendedores empresariales y culturales, como son Rafael Párrizas Gallur y Elisa Pagán Vicente. En nuestro encuentro hablé con Rafa mucho de Caudete, de sus atractivos turísticos y de su extensa historia. Ando yo preocupado por esa iniciativa independiente caudetana que busca su desconexión de Albacete y su anexión a la Comunidad valenciana. Caudete estuvo muchos años unido al Reino de Valencia, hasta que la victoria en Almansa de las tropas de Berwick, fieles a Felipe V, lo recondujo, como regalo a la fiel Villena, al Reino de Murcia. Y así quedó hasta que, con la división en provincias de España en 1833, pasó a la provincia de Albacete. Mi tía, Neme Paños, fue catedrática de francés en su instituto. A finales de los ochenta, fui a ver torear a Manuel Amador hijo a su monumental plaza de toros, Las Arenas de Caudete (1910). Este colosal ruedo fue fruto del capricho personal del conde de San Carlos, Francisco de Albalat y Navajas. Estuvo considerada como la más grandiosa de las plazas de toros de tercera en España (a ella así se refiere el Cossío). Caudete posee un rico patrimonio, como su preciosa fortaleza islámica, la Iglesia de Santa Catalina, la Sala de la Villa y la Casa Consistorial, el precioso Convento Carmelita de San José (del que un día nos habló el provincial de los Carmelitas, el padre Desi) o el Santuario de la Virgen de Gracia. Y qué decir de la maravilla modernista que es la Villa El Paso, residencia de Francisco Albalat, felizmente hoy recuperada. También en Caudete está el museo de nuestro gran pintor Rafael Requena. En septiembre, los caudetanos viven por y para sus Fiestas de Moros y Cristianos. No oculto que Caudete está impregnado de la cultura y costumbres valencianas, pero desde estas líneas queremos trasladar a los caudetanos el orgullo de que seáis provincia de Albacete. Aunque os suene fácil por la rima, nunca olvidéis que Caudete es Albacete.