Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


¿En qué quedamos?

03/10/2023

Que cerca de la mitad de los votantes socialistas rechacen el pacto de Sánchez con Puigdemont conlleva que el resto acepta este trato con truco. Esto supone que gran parte del electorado del PSOE vea con buenos ojos que se faciliten la amnistía y, seguramente lo que es peor, se acepte la celebración de un referéndum proindependentista en Cataluña, a cambio de que su líder pueda seguir gobernando en España. Si estas cifras son reales, no hay porqué dudar de ellas, la izquierda progresista moderada de nuestro país atraviesa por un momento altamente delicado y por ello transcendental. Algo de lo que siempre presumieron, que no fue otra cosa que la feroz autocrítica que en muchas ocasiones les había ayudado a crecer definitiva y exponencialmente a pesar lo de lo doloroso de los trances, parece haber mutado en otra cosa. Apenas nada queda de aquello que tanto les diferenció en positivo de una derecha autocomplaciente que no avanzaba precisamente por gustarse tanto, sin un ápice de introspección. Llegados a este punto, y mirando para casa, se nos complica entender cuál es la postura real del PSOE de Castilla-La Mancha en relación con este delicado asunto. Mientras el presidente Page despotrica, a diestro y siniestro y con más interés personal que general, contra el posible pacto de Gobierno de su partido con el del prófugo catalán, los diputados nacionales castellano-manchegos votaron en contra de la investidura de Feijóo o lo que es lo mismo, a favor de la de Sánchez con Puigdemont. Entonces, ¿en qué quedamos? Y lo que es más doloso, ¿qué piensan todos aquellos socialistas que eligieron a estos señores cuando ven que sus apoyos van directos a que se ponga en grave peligro de nuevo la unión territorial de su país? ¿Prefieren que Cataluña deje de ser España antes de que el Partido Popular, con el apoyo de la ultraderecha, consiga arrebatarles el poder? En cualquier caso, no se les ocurra preguntarles directamente si se los cruzan por la calle, en un bar o subiendo a un tren. Cuidado, podrían ustedes acabar engrilletados.