El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció el pasado lunes, tras sus largos días de reflexión, para anunciar que se queda. Lo hizo a las 11 horas y lo primero que dijo fue «buenas tardes», por lo que mi yo de periodista malo me susurró al oído derecho que miente hasta en el saludo, aunque el de periodista bueno me dijo, al izquierdo, que soy un mal pensado, que me pasa lo que al protagonista del Romance del prisionero, que «ni sé cuando es de día, ni cuándo las noches son».
Tras escucharle, mi yo de periodista bueno, me dijo que nunca es tarde para aprender y que, como en el colegio, cuando era pequeño, debía escribir una y otra vez la lección hasta que la aprendiese:
Pedro Sánchez es el más alto, el más fuerte, el más guapo y el mejor presidente de la democracia.
Pedro Sánchez es el más alto, el más fuerte, el más guapo y el mejor presidente de la democracia.
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