Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Encuestas sin valor

10/01/2025

Por muy obvias que sean, conviene recurrir siempre a las cuestiones empíricas que habitualmente nos garantiza el calendario: estrenado ya 2025, en Castilla-La Mancha aún no hemos llegado al ecuador de la actual legislatura. Tampoco en la Comunidad de Madrid, por aquello de acudir a las dos regiones gobernadas con mayoría absoluta y cuyo mandato, si no irrumpe un inesperado tsunami, llegará hasta la primavera de 2027. Hasta esa fecha, todos calvos. O lo que toque. Si en cualquier vida, incluidas las más tediosas, dos años y cuatro meses son un mundo, en política suponen una auténtica eternidad. Lo saben las casas de encuestas que, sin elecciones en un horizonte cercano, siguen preguntando al personal por la intención de voto para que la parroquia de los medios ande entretenida. Si el sondeo en cuestión lo paga una empresa privada, hay poco que añadir, aunque escondan intereses inconfesables. Cada uno se gasta su dinero en lo que le convenga. Cuando la encuesta la encarga un partido o el propio CIS de Tezanos y, directa o indirectamente, lo pagamos los de siempre, la operación tiene mucha menos gracia, además de una estrategia de parte no compartida por la mayoría de pagafantas.
Mientras apurábamos las últimas copas navideñas y los niños abrían sus regalos de Reyes, el PP de Castilla-La Mancha recibió su presente. El paquete era normal y el envoltorio el tradicional, pero el contenido que guardaba en su interior es mercancía altamente peligrosa, más aún si insistimos en el momento en el que nos encontramos, que para todos es 2025, año de rima fácil, pero que para Sánchez es el 50 después de la desaparición de Franco. Si apura mucho más tiempo en Moncloa, cambiará el calendario y los años -incluso los siglos, que es lo que le gustaría- comenzarán a contar a partir no de la muerte de Cristo, sino de la del dictador que rigió los designios de España durante casi 40 años. Volviendo al regalito que los de Paco Núñez han abierto en privado como si de un paquete bomba se tratara. Dando distancia. Pasándolo por el escáner de la calle y del miedo, que conociendo los antecedentes de todo hay. Y una vez retirado el envoltorio, después de que la empresa demoscópica NC REPORT les haya vuelto a despertar esperanzas de mando en la región, no han tenido más remedio que trasladar a los votantes el mensaje con cautela. «Si mañana se celebraran elecciones autonómicas…»  Y si mi abuela tuviera ruedas, sería una bicicleta. 
Las últimas autonómicas fueron el mejor ejemplo de que el PSOE de Castilla-La Mancha juega el partido hasta el último segundo. En 2023, las encuestas -sobre todo las de la casa de sondeos que el día de Reyes les metió a los populares un chute de energía- también daban al PP numerosas opciones de llegar al Palacio de Fuensalida con el concurso de VOX y las urnas les dejaron con las ganas. Y en un horizonte algo más lejano, conviene recordar episodios como cuando Bono dio la vuelta también a los sondeos frente a José Manuel Molina con una maniobra de esprínter marrullero sacando los brazos. Con toda la maquinaria mediática a su favor y el apelativo de arrancacepas que colocó a Molina, Bono ganó por un puñado de votos en la que es una de las decepciones electorales más sonadas del Partido Popular de Castilla-La Mancha. 
A dos años y cuatro meses para las elecciones autonómicas, enredarse en las encuestas es perder el tiempo y, en el caso de quien las paga, dejarse por el camino también la pasta, aunque suele salir del bolsillo de todos. Claro, que otros andan gastando el dinero que no tenemos en los fastos del aniversario de la muerte de Francisco Franco. Con todo el empeño que están poniendo al final terminan por resucitarlo.