Médico especialista en Medicina de Familiar y Comunitaria, Jesús López-Torres acaba de ser nombrado profesor titular de la Facultad de Medicina de la UCLM. Se convierte así en el primer médico de Familia que alcanza este cargo docente en la comunidad autónoma. Fue en el año 2010 cuando López-Torres consiguió su acreditación para optar a profesor titular por parte del Consejo de Universidades, reconocimiento que ahora ha logrado tras 38 años de ejercicio profesional como médico de Atención Primaria, ahora en el centro de salud Zona 8, y 25 como profesor asociado en la Facultad de Medicina, amén de una intensa actividad científica, que avalen 160 artículos en revistas médicas, más de 200 comunicaciones a congresos y más de una decena de investigaciones como autor principal. Ha sido también su trayectoria investigadora la que le ha valido el puesto de profesor titular con plaza vinculada a la asistencia sanitaria.
¿Satisfecho por conseguir esta plaza de profesor titular en la Facultad de Medicina, convirtiéndose en el primer médico de la especialidad e Medicina Familiar y Comunitaria que lo logra en la UCLM?
Por supuesto, es un reconocimiento tanto de la Universidad de Castilla-La Mancha como del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ya que es una plaza de profesor titular vinculada al ámbito sanitario y, por tanto, es fruto de la colaboración de ambas instituciones.
Fue en el año 2010 cuando solicité al Consejo de Universidades la acreditación para profesor titular cuando se convocara la plaza, también porque me lo propusieron desde la propia Facultad de Medicina donde llevo trabajando como profesor asociado desde el curso 1999-2000, porque como siempre he participado desde hace muchos años en proyectos de investigación, esta trayectoria me acreditaba para optar a esas figuras académicas.
¿Había más candidatos para optar a esta plaza?
No, la verdad es que no. Salió la plaza con un perfil y me presenté yo. El acto con el tribunal evaluador se produjo el 19 de febrero pasado. El tribunal estuvo integrado por siete personas, los dos únicos catedráticos médicos de Familia del país, que están en la Facultad de Medicina de la Universidad Miguel Hernández, de Alicante; otros dos profesores titulares de Medicina de Familia, de Aragón, y otro de la Universidad de Extremadura; además de tres doctores representando al Sescam, que son también profesores, como fue el doctor Pedro Abizanda, también profesor titular de Geriatría de la Facultad de Medicina, Ana Núñez, neumóloga, y la psiquiatra Karen Nieto. La prueba fue larga pero teniendo en cuenta que el tribunal se portó muy bien conmigo, la sensación al acabar fue muy agradable.
Fue el 30 de marzo cuando se publicó en el BOE el nombramiento y el 1 de abril la toma de posesión.
¿Qué supone obtener esta plaza de profesor titular en la Facultad de Medicina?
Es un reconocimiento a mi trayectoria profesional, primero por parte de la UCLM, porque tanto el rector como el vicerrector de Ciencias de la Salud han venido demostrando un gran interés para que se sacara esta plaza y yo pudiera optar. Al ser una plaza docente vinculada al ámbito sanitario tengo que reconocer igualmente el interés mostrado en que este proyecto saliera adelante tanto de la Consejería de Sanidad, con su titular al frente, Jesús Fernández Sanz, como del Sescam, como del gerente de la GAIde Albacete, Alberto Sansón.
¿Cuándo comenzó su vinculación con la docencia en la Facultad de Medicina de Albacete?
He ido alternando distintos contratos como profesor asociado desde que llegué a la Facultad de Medicina de la UCLM en el curso 1999-2000, los primeros años empecé impartiendo la asignatura de Atención Primaria, y en 2007 opté a una plaza de Medicina Preventiva y ya me he quedado en ésta área, en la que estamos cuatro profesores (dos médicos de Familia y dos preventivistas), que impartimos tres asignaturas: Medicina Preventiva y Salud Pública, Fundamentos de la Investigación en Medicina, Estadística. Fundamentos y Aplicación.
Como médico de Familia, ¿su consulta en el centro de salud Zona 8 es su plaza definitiva imagino que tras un periplo por otros centros de salud?
Sí, es mi plaza definitiva desde 2015, primero a través de una comisión de servicio y después por concurso de traslados, ya que mi puesto lo tenía en el centro de salud Zona 4. Fue en el año 1990 cuando aprobé una oposición del entonces Insalud. Tras acabar el MIR en Granada en el año 1988 me vine a trabajar a Albacete. Antes de sacar la plaza de médico de Familia estuve un año trabajando en el centro de salud Zona 1, en el CAS, y previamente hice sustituciones en los centros de salud de Alcadozo y Villarrobledo.
La opción de pedir el centro de salud Zona 8 era ventajosa para mí en todos los sentidos, porque estaba cerca de casa, e incluso por tratarse de un centro de salud más pequeño, con posibilidad de tener consultas con médicos residentes, dado que he sido docente de los médicos internos residentes.
¿Ha tenido claro siempre que su vocación era ser médico o le influyó algún familiar directo?
Ninguno de mis familiares más cercanos eran médicos. La vocación la tenía clara, cuando acabé el Bachillerato tenía claro que quería dedicarme a la sanidad, y concretamente a la medicina.
¿Por qué eligió la especialidad de Medicina de Familia y no otra? ¿Volviendo la vista atrás, cambiaría su elección?
Nunca me he planteado hacer otra especialidad, me gusta la de Medicina de Familia y Comunitaria. Con las opciones que yo tenía en ese momento ésta me pareció la mejor opción, dado que éramos unos 16.000 opositores y había poco más de un millar de plazas MIR.
No me he arrepentido de la decisión que tomé en aquel momento, porque es a lo que me he dedicado durante muchos años. Es una especialidad que a día de hoy sigue siendo muy interesante, a pesar de todos los problemas.
Teniendo en cuenta que todos los años quedan plazas libres de la especialidad de Medicina de Familia, ¿considera que se debe abordar un cambio del modelo de Atención Primaria?
Probablemente habría que potenciar más la figura del médico de Familia, capacitarle para hacer más cosas y mejor, es decir, para ser más resolutivo, y quitarle trámites burocráticos para que pueda dedicar más tiempo a ver a cada paciente. Al final se trata de darle el protagonismo que se merece en un servicio de salud donde la puerta de entrada del paciente es la Atención Primaria.
Este protagonismo pasa por una desburocratización, más capacidad resolutiva para los médicos del primer nivel asistencial y más acceso a todo tipo de pruebas diagnósticas, una mejor gestión de la relación con los especialistas del ámbito hospitalario y con ello una mayor responsabilidad de los médicos de Familia a la hora de la derivación de pacientes al centro hospitalario.
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