En la mañana de ayer, 29 de julio, tuvo lugar la celebración del día de Santa Marta en el barrio rural que lleva su nombre, en honor a su Patrona. La misa comenzaba a las 10,30 horas de la mañana y a continuación dio comienzo la procesión en la que participaron, como en otras ocasiones, numerosos vecinos nacidos allí que actualmente, no obstante, residen en otras localidades y cada año regresan para acompañar la imagen de Santa Marta en procesión. Allí estuvieron también las autoridades municipales, como cada año, representando a la Corporación Municipal, así como la Corte de Honor de 2024 en el que ha sido su primer acto tras la presentación oficial del pasado 27 de julio.
Los Rodenses de Honor, Irene Martínez y Hugo Valls, las Rodenses Mayores, Belén Laserna Carrilero y Sofía Ramos Marqués y los Rodenses Infantiles, María Sevilla Clemente, Jesús Galindo Castillo, María Tébar Iniesta, Álvaro Sánchez López, Eduardo Sánchez López y Sofía Arenas Villodre acudieron a la celebración de Santa Marta participando en la misa y la procesión. Es la primera vez que algunos componentes de la Corte pisan esta localidad cercana a La Roda, sobre todo, los más pequeños que han oído hablar de ella, pero nunca han estado. Se sorprenden por ver «lo pequeña que es». Y es que Santa Marta abarca unas cuantas casas, algunas ya derruidas y naves agrícolas.
En apenas diez minutos, la procesión ha sobrepasado estos inmuebles y se adentra en la carretera comarcal que une la localidad con La Roda a la que se llega en apenas quince minutos. Ayer, el sol dio una tregua y el cielo nublado libró del calor intenso a los asistentes que en otros diez minutos recorrieron el tramo que transcurre por la carretera, cortada para que pasara la comitiva.
En la procesión también participó el vicario parroquial, José Valtueña, que ofició la misa en la pequeña iglesia de Santa Marta.
Fernando es un joven nacido en Madrid cuyos familiares son de Santa Marta. Regresa cada año por estas fechas desde que era un niño. «Venimos con mucha ilusión para juntarnos todos los familiares, aquí es donde nos reencontramos», explica. Su bisabuelo donó la imagen de Santa Marta y sus tías abuelas, el niño Jesús de la iglesia. Todas sus raíces se encuentran aquí. «Es un orgullo volver y saber que lo que hay aquí forma parte de tu historia». Loli, maestra jubilada, nació y se crió en Santa Marta. En su iglesia tomó la comunión, la confirmación y se casó con su marido hace 49 años. Se marchó a Albacete para estudiar. Además del 29 de julio, también regresa todo los años el día de Todos los Santos porque en el cementerio de la pequeña localidad están enterrados sus padres, su tía, sus abuelos y sus bisabuelos. Su madre y su tía le contaron que su abuela fue maestra en Santa Marta hace unos cien años y que en aquella época la escuela tenía unos noventa o cien niños y niñas.
«Entonces las familias eran muy numerosas, no como ahora», recuerda Loli que excepto a las autoridades que vienen de La Roda, conoce prácticamente a todas las personas que se han acercado a la celebración. «Santa Marta era una familia grande. Nos conocíamos todos». Y así sigue siendo. El 29 de julio sigue siendo un día de saludos, encuentros y bienvenidas. Terminada la procesión, el Ayuntamiento de La Roda preparó una invitación para todos los asistentes, momento que aprovecharon para recordar anécdotas y acordarse de vecinos que ya no está