El Albacete volvió a cosechar otro empate pero la sensación que dejó el equipo frente al Amorebieta no fue la misma que frente al Espanyol. Incluso el semblante del técnico en la sala de prensa después del partido era otro bien distinto, entre el enfado y la desilusión de no haber podido conseguir los tres puntos.
El caso es que el encuentro dejó al descubierto la fragilidad defensiva del equipo, por la facilidad con la que el rival generó ocasiones y se movió por el área manchega con excesiva comodidad, como se pudo ver en los dos goles que pusieron cuesta abajo el encuentro. Por mucho que el club diga que la prioridad es un delantero, lo cierto es que la marcha de Boyomo se nota y la llegada de un central de garantías se hace necesaria, aunque el club haya cambiado ahora la prioridad por un delantero tras la lesión de Higinio, o al menos así lo dijo la pasada semana el director deportivo Alfonso Serrano.
Además de esa facilidad que encontró el rival para sacar los colores a la defensa manchega, el equipo mostró muchos altibajos. Arrancó mal en el partido, igual que le pasó frente al Espanyol, y luego fue a arreones, con situaciones que ponían en evidencia que todavía se está en un proceso de construcción, que todavía no se tienen claros todos los conceptos y que la plantilla parece estar todavía en pretemporada.
Cuestionado por ello Rubén Albés, el entrenador del Albacete argumentó que «por algunos aspectos sí que parece que estamos en pretemporada, pero yo creo que aquí se juntan varias cosas». Explicó entonces el técnico que «primero está el mercado abierto y eso implica que es complicado que todos los jugadores estén focalizados en el equipo; por otro lado hay jugadores como Alberto (Quiles) o Sam (Shashoua) que no han tenido pretemporada, y por tanto no pueden estar en su mejor nivel y no pueden competir durante 90 minutos». Recordó Albés que «faltan algunas piezas, falta entrenar con todo el mundo».
«Si ahora mismo estuviéramos a nuestro mejor nivel sería extraño. Lo que tenemos es alma para competir, que eso todo el mundo lo tiene y, a veces, no nos da para sostener lo que nos gustaría durante todo el partido», añadió.
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