Durante la mañana de ayer, la Plataforma en Defensa de las Vías Pecuarias de Castilla-La Mancha llevó a cabo una plantación de árboles, con el fin de recuperar la cañada real Cuenca-Cartagena, que tuvo lugar en el kilómetro cinco de la carretera de Ayora.

En total se plantaron alrededor de 500 árboles y arbustos de diferentes especies de la vegetación mediterránea, como pinos carrascos, pinos piñoneros, encinas, coscojas, sabina albar, enebro de la miera, retama, esparto o romero.

El portavoz de la asociación, José Fajardo, señalaba que las cañadas reales son dominio público y que la legislación establece que la función complementaria con el uso ganadero, es servir de corredores verdes para la flora y para la fauna. «La función que le atribuye la legislación autonómica, que es la competente en la materia, es servir de zonas verdes, de corredores biológicos, de zonas de vegetación naturales, de pastizales y demás. Nuestra reivindicación es que la Junta de Comunidades cumpla su propia legislación, porque tiene el deber de defender el dominio público. Al final es un patrimonio público, que gestiona la Junta y es la que tiene el deber de mantenerlo en un uso público, en un uso para todos».

Problemas. El problema que hay con las vías pecuarias es que no siempre se respetan. «Muchas veces hay intrusiones de agricultores, vallas que se ponen o aparecen vertederos ilegales».

También señalaba la importancia que tienen estas zonas para la fauna. «Al final si hay vegetación natural o pastizales sirven como refugio para la fauna. Además una cosa muy importante de las cañadas reales es que conectan distintos espacios naturales. Al final es una red que vertebra todo lo que es España de Norte a Sur».

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