El colegio María Inmaculada cumple un siglo este año

Redacción
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«El centro educativo está basado en unos valores sólidos, que hemos heredado de todas aquellas personas que han pasado por él», aseguraba a 'La Tribuna de Albacete' Jesús Torres Garrido, su director pedagógico

Sor Adoración Llorente, Hija de la Caridad, representante del titular, y Jesús Torres Garrido, director pedagógico del colegio. - Foto: Obispado

En este año se cumplen y celebran los 100 años del Colegio María Inmaculada en Albacete. Ha pasado un siglo desde que las Hijas de la Caridad recibieran el encargo de Leocadia Peral y Navarro para educar gratuitamente a 50 niños sin recursos de la ciudad de Albacete. A lo largo de ese tiempo, han sido muchas las obras desarrolladas por las hermanas, en corresponsabilidad con los seglares, para hacer realidad los principios del Carisma Vicenciano, siguiendo el camino iniciado por San Vicente de Paúl, cuya fiesta celebramos el pasado viernes, 29, y Santa Luisa de Marillac. Hablamos con Sor Adoración Llorente, Hija de la Caridad, representante del titular, y Jesús Torres Garrido, director pedagógico del colegio.

 Sor Adoración, ¿cómo están viviendo este centenario?

La palabra es gratitud, pues creo que la palabra más acertada de cómo estamos viviendo el centenario. Estamos muy agradecidos, primero haciendo memoria, de todo el trabajo que las hermanas han llevado a cabo a lo largo de estos 100 años, de las personas que les acompañaron para llegar a tener el colegio que actualmente tenemos, que ha sido un proceso verdaderamente largo.

 ¿Cómo llegaron las Hijas de la Caridad al Colegio?

Realmente nosotros vinimos a Albacete invitadas para servir a niños necesitados por invitación de doña Leocadia Peral y Navarro, una señora muy hacendada de la provincia de Albacete, que distribuyó sus bienes al no tener hijos y, entre distintos destinatarios, a nosotras nos dejó una finca con la intención de que nos ocuparnos de la educación de 25 niñas y 25 niños, 50 en estado de necesidad. No resultó sencillo, porque las Hijas de la Caridad no tenían en sus prioridades abrir una obra aquí, en Albacete, pero al final el director espiritual, decide mandar a tres hermanas. A partir de ese momento con todas las penurias que os podéis imaginar de escasez y con la ayuda de Hijas de la Caridad que ya existían aquí en Albacete, empiezan primero en un pisito pequeño en la actual calle Ancha y posteriormente, situándose en la ubicación actual. 

Jesús, ¿cómo es el centro?

Actualmente, el Colegio está basado en unos valores sólidos, que hemos heredado de todas las personas que han pasado por el centro, que con su esfuerzo, dedicación y buen hacer, nos han permitido llegar a la actualidad, lo que supone encontrarnos con un colegio abierto y actualizado a los tiempos actuales, sin olvidarnos de la frase de San Vicente «Saber más, para servir mejor», y que los alumnos viven desde su incorporación al colegio. Enfocamos el futuro con proyectos muy actuales y muy necesarios en estos días, como muestra de ello pueden ser de ellos los proyectos de aprendizaje servicio,  proyectos de estimulación temprana, de ajedrez educativo, proyectos Steam, robótica,... Realmente cada uno de los proyectos que nos embarcamos tienen una finalidad clara y definida, que el alumnado cuando termine el periodo escolar en nuestro centro, pueda poner en práctica, no solo los conocimientos adquiridos, sino también, los valores que han ayudado a formar su persona y que en un futuro no muy lejano, por el bien de la sociedad, impregnarán, con su sencillez, un marcado estilo de ver la vida, un estilo vicenciano.

Sor Adoración, ¿cómo son los alumnos de María Inmaculada?, ¿qué identifica a un alumno del Colegio María Inmaculada? 

Pues con lo vivido este año, que ha sido muy intenso y llevo poco tiempo en Albacete, puedo destacar la solidaridad, el cuidado de los más necesitados, la incorporación a todas estas ramas de la familia vicenciana, que realmente se ocupan de los últimos y aquí en Albacete, gracias a Dios, están todas las ramas, tanto AIC (Asociación Internacional de Caridad), como de la sociedad conferencias de Vicente de Paúl, como JMV (Juventudes Marianas Vicencianas)… creo que es el fruto de lo que se ha sembrado y que se manifiesta en la participación de la prolongación del carisma que hemos procurado compartir, que es la ayuda de los que más lo necesitan.

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