Después de haber reposado la noticia de la reunión entre los presidentes de los Gobierno de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra; y la posterior que mantuvo el dirigente murciano con el presidente Mariano Rajoy, el PSOE castellano-manchego sigue estando intranquilo. Asegura que el memorándum firmado entre el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y ambas comunidades autónomas hace un flaco favor a Castilla-La Mancha.
La portavoz socialista en la región, Cristina Maestre, consideró que este memorándum sobre el trasvase Tajo-Segura está hecho «a espaldas de Castilla-La Mancha» y que la presidenta regional, María Dolores Cospedal, es «cómplice» con su silencio porque «vende los intereses» de la región.
«Cospedal se lava las manos como Pilatos», dijo Maestre, quien aseguró que desde el PSOE de Castilla-La Mancha no se busca «el enfrentamiento con Levante, que tiene otras opciones como desalar», sino que piden que la presidenta regional defienda los intereses de la región. «Hay un plan trazado para consolidar el trasvase y Cospedal no hace nada. Tenemos más que indicios».
Que cumpla su palabra. De esta manera, la dirigente socialista pidió a la jefa del Ejecutivo que «mantenga» las palabras que pronunció en el año 2006 en las que defendía que no hubiera trasvase. Así recordó frases pronunciadas por la presidenta como: «No podemos seguir dando agua cuando a nosotros nos falta» o «El Partido Popular defenderá lo que es bueno para Castilla-La Mancha, que es el fin del trasvase».
Ahora, añadió, «Cospedal miente y vende los intereses de Castilla-La Mancha a favor a otras comunidades».
En este contexto, Cristina Maestre pidió a la presidenta de Castilla-La Mancha que se incorpore al trabajo «y deje las vacaciones porque ya está bien», al tiempo que solicitó una explicación de lo que está ocurriendo «entre el Gobierno de España y Murcia».
50 días sin pisar la región. «¿Dónde está Cospedal?, ¿Por qué se esconde?», preguntó la portavoz socialista, quien afirmó que «Cospedal lleva sin dar la cara y sin pisar un municipio de Castilla-La Mancha 50 días», algo que, a su juicio, «es intolerable», concluyó.