Pasadas las cinco y media de la tarde daba comienzo ayer una de las reuniones más esperadas por las comunidades autónomas y para su sector agrario y ganadero. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acogió la Conferencia Sectorial de Agricultura que presidió el ministro Miguel Arias Cañete, con un orden del día bastante amplio aunque el tema estrella y en el que se han centrado prácticamente todos los esfuerzos era el del reparto de las ayudas de la Política Agraria Comunitaria (PAC), para el periodo 2015-2020.
Mucho está ya negociado desde la última reunión de la sectorial del pasado mes de julio, pero esta es la recta final que decidirá las cantidades exactas para cada uno de los pilares de la PAC. Será a lo largo del día de hoy cuando se de por concluida esa negociación pero en el Gobierno regional ya manejan una estimación de lo que puede suponer la PAC para Castilla-La Mancha hasta 2020: unos 6.600 millones de euros. A pesar de todo, la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, se mostraba cauta minutos antes de dar comienzo esta cita a la que acudieron, sin falta, los consejeros del ramo de todas las comunidades autónomas, según informaron fuentes del Ministerio. De este modo, Soriano advertía que «algunos de los datos van en función de las solicitudes que los agricultores y ganaderos realicen en esta campaña», por lo que «tendremos que esperar para poder tener las cifras exactas», señaló.
En cualquier caso, Castilla-La Mancha tiene claro desde hace tiempo cuáles deben ser los puntos fuertes en esta negociación de la PAC, como puso de manifiesto al inicio de esta reunión en la sede del Ministerio en Madrid. Soriano se mostró firme en su defensa de que las ayudas de la PAC lleguen a los agricultores activos, que llegue a «aquella agricultura y ganadería que genera riqueza y empleo», incidió. Y así lo viene reclamando desde los distintos grupos de trabajo con los que se intenta definir esta política agraria.
- Foto: Juan Lázaro En segundo lugar, Soriano cree que se debe mantener la ficha financiera, la de las ayudas directas y que forma parte de ese primer pilar de las ayudas de la PAC, al igual que reclamó el mantenimiento de los fondos del segundo pilar, el de las ayudas acopladas, para el que quiere que se preste especial atención en el caso de la ganadería, «sobre todo a la ganadería sin tierra o con poca tierra que es una de las situaciones bastante frecuente en nuestra región», afirmó la consejera. En este segundo pilar se ha calculado que la cantidad total que podría percibir la comunidad hasta 2020 es de algo más de 1.000 millones de euros.
Según los números que ha aportado el Ministerio al Gobierno de Castilla-La Mancha, «el presupuesto podría satisfacer nuestras demandas», señaló.
Regionalización. La regionalización o ‘comarcalización’, como también se ha dado en llamar, es otro de los puntos fuertes de esta recta final en la negociación de la PAC que no se resolverá hasta el día de hoy. Para la titular de Agricultura de Castilla-La Mancha, el proceso para definir el número de comarcas en los que se debe dividir la región ha sido «laborioso» pero se ha podido llegar a una cifra para que «haya el menor trasvase de fondos entre unos agricultores y otros y entre unos sectores y otros». «Con el modelo que nos ha presentado el Ministerio podríamos estar defendiendo entre 20 y 25 estratos como la mejor opción para nuestra región», confirmó María Luisa Soriano.
Soriano quiso resaltar también en este encuentro con sus colegas autonómicos del ramo la intención de crear una licencia única de caza entre comunidades autónomas con el fin de reducir la burocracia y facilitar la movilidad de los cazadores. Castilla-La Mancha impulsa esta iniciativa junto con Extremadura y Castilla y León.
«Es necesario ir dando pasos para lograr el objetivo de una licencia única a nivel nacional» dijo María Luisa Soriano el pasado mes de noviembre, y poco a poco se va consiguiendo ese objetivo ya que, según informó ayer, «ya sabemos de otras comunidades que se quieren sumar a esta iniciativa».