El Teatro Circo acoge hoy, a las 20 horas, un recital de la soprano Laura del Río, acompañada al piano por Celsa Tamayo. La cantante comentó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones antes esta vuelta a los escenarios albacetenses, con un programa titulado Un viaje musical por Europa.
¿Qué recuerdos guarda del certamen de canto de Albacete en el que fue galardonada?
La participación en el concurso fue espectacular, porque estaba muy bien organizado para ser la primera edición. La organización, amabilísima, tengo contactos con la Asociación de Amigos de la Ópera ya que se forjó una amistad muy bonita y además tenían mucho cariño por el canto, por los participantes, sin duda estuvieron al tanto para que estuviésemos cómodos. Fue uno de mis mejores concursos.
¿Qué le pareció el Teatro Circo, al que ahora vuelve?
Es una joya. Además, como tengo formación como arquitecta, he podido disfrutarlo un poco más. Es una belleza y se canta muy bien, es una maravilla volver al teatro para cantar otra vez.
¿Arquitecta y soprano?
Así, es. Empecé con arquitectura técnica y lo dejé todo para dedicarme a la música.
¿Merece la pena, una profesión tan complicada?
Por supuesto. No es que sea complicada, es que hay que hacer lo que a uno le gusta, hay que luchar por lo que uno quiere y, con trabajo y esfuerzo, se consigue.
¿Cómo ve el panorama para una cantante de ópera, es más difícil que la música ligera?
No se pueden comparar diferentes etilos porque yo, por ejemplo también tenía un grupo de pop-rock y he tocado la música pop, entonces, sé que exigencias requiere cada tipo de música. Es verdad que lo que me está dando la ópera no me lo ha dado ningún otro estilo, es muy exigente, es otro nivel de aprendizaje.
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