¡Los chinos son la releche! –diría un paisano de a pie; y en parte, llevaría mucha razón, porque lo son para bien y para mal. No hay ninguna sociedad de este mundo que alcance los adelantos científicos más numerosos y grandes –exitosos- como el país asiático, ni tampoco hay otro país que genere tantas epidemias, pandemias y contaminaciones como ellos. La prueba, nuestro bien recordado Covid19.
Pues bien, lo que ellos llaman douyin y nosotros tik tok, es una red social para compartir videos cortos y en formato vertical propiedad de la empresa china BiteDance, que se ha adueñado de los intereses, deseos, ilusiones, propuestas y realidades de la juventud mundial.
Desde el 2016 que apareciera en el mercado hasta el momento actual, es la red social más importante para jóvenes, no solo adolescentes sino universitarios –en palabras de un profesor español- y si cabe, en decisión tomada por el próximo presidente de EEUU, Donal Trump que amenazó con prohibir Tik Tok en Estados Unidos el 15 de septiembre si fracasaban las negociaciones para que Microssof lo comprara.
Y está tan claro como el agua. Si esta red social la utilizan y difunden celebritties como Jennifer López, Jimmy Faltón, Tom Hanks, Willy Smith y Justin Bieber, entre otros muchos, la juventud lo recibe como algo fundamental en sus vidas, como clave para entender los valores sociales dentro del paradigma de lo moderno, habitual, activo y necesario.
Mil millones se gastó la empresa para comprar Musical Ly en el 2017, una startup con sede en Shanghai y subsede en Santa Mónica, creando en su fusión una comunidad tan grande en cuentas y datos que nadie va a superar como plataforma de aplicación mundial.
Por tanto, amigos, el mundo está de esta manera. El aprendizaje por tik tok es mucho más rápido y 'agradable' que el aprendizaje por cualquier otro medio de metodología tradicional; y eso nos va a llevar a licenciados, graduados y doctorandos de alto corte vanguardista capaces de dirigir esta sociedad de la información sin freno posible a cuestiones morales –ya casi olvidadas y propias de siglos desfasados y retrógrados-.
Tik Tok Ld tiene sus sedes en Islas Caymán, en Los Ángeles, en Singapur, en New Zelanda, en Reino Unido y en la India; dirige países, controla economía, desafía los hashtag del mercado, interviene en decisiones de Estado y ha superado los dos mil millones de descargas en todo el mundo –según datos de Sensor Tower-. Así está el mercado –humano y tecnológico, claro-. Y de inteligencia artificial, ni hablamos.