El periodismo español es un poco peor desde el jueves por la noche. Esta profesión apasionante, a la par que complicada, perdió esta semana a la que ha sido una de sus referencias durante décadas. Después de una trayectoria excepcional tanto en radio como, sobre todo, en televisión, decía adiós en pantalla Pedro Piqueras, uno de los albacetenses más populares, pero un periodista de los pies a la cabeza.
Siempre comprometido con la verdad y, también, con su Albacete natal, Piqueras representa la profesionalidad, la ética, la credibilidad y la constancia de un periodista que por encima de todo, por mucho ruido, presiones y adversidades que existieran, su afán siempre ha sido informar verazmente a la sociedad española. El mítico reportero polaco Ryszard Kapuscinski decía que para ser buen periodista hay que ser buena persona y Pedro Piqueras es un ejemplo claro de esta máxima que tendría que estar grabada en la conciencia de cada uno de los universitarios que hoy ocupan las aulas de las facultades de Periodismo. Comentaba con la investigadora barrajeña Ana Céspedes la cercanía que irradia siempre Piqueras, a pesar de ser una de las estrellas de la televisión. Pero todo en esta vida comienza, pero también acaba y hay que saber decir adiós, cerrar una etapa de la vida y Pedro Piqueras lo hizo el pasado jueves de forma sencilla a la par que elegante. Ahora, por muchos premios y homenajes que se le hagan, este periodista tendrá en su haber el mayor de los reconocimientos que no es otro que el de los miles de espectadores que confiaron durante décadas en él para informarse y eso no se lo quita nadie.
Albacete está en deuda con Pedro Piqueras, uno de sus vecinos con más influencia en la última parte del siglo XXy en el inicio del siglo XXI.
Querido Pedro, disfruta de tu nueva etapa de vida junto a los tuyos. Aquí, en tu Albacete, siempre tendrás tu sitio destacado.