El Museo Municipal acoge hoy, desde las 10,30 horas, Inusual, el segundo ciclo de Literatura Insólita de Albacete, que organiza InLimbo Ediciones y el Ayuntamiento de la capital. Eduardo Moreno Alarcón, uno de los coordinadores del ciclo, comentó a La Tribuna de Albacete cómo se desarrollará esa jornada dedicada a la literatura insólita.
¿Qué pretende Inusual?
El ciclo Inusual de literatura insólita pretende posicionar a la ciudad de Albacete en el panorama literario nacional como referencia de la narrativa de calidad. Nuestro propósito es convertir Albacete en la Nueva York de lo inquietante, por eso apostamos por la literatura de calidad ligada a lo inusual.
Estamos ante la segunda edición. ¿Qué tal funcionó ese primer ciclo?
Muy bien. Realmente fue un éxito de participación y los ponentes que vinieron quedaron encantados, fue una experiencia muy bonita para nosotros como organizadores. Una sorpresa muy agradable porque cuando organizas algo así, nunca sabes cómo va a responder la gente, ya que es una jornada de mañana y tarde y la afluencia fue muy importante todo el día.
¿Considera que hace falta valorar esta literatura, que en ocasiones parece de segundo orden?
Totalmente. Uno de los objetivos que nos planteamos es, precisamente, reivindicar la literatura de género en torno a lo fantástico, insólito, inquietante y oscuro que tradicionalmente, por el peso del canon realista, ha estado en segundo plano, arrinconada y, precisamente, la idea es reivindicar a través de la calidad y el rigor, por eso traemos ponentes de primer nivel nacional e internacional, pasando desde lo académico, como la catedrática de Literatura Hispanoamericana Carmen Alemany Bay, que es la que acuña el término inusual, a escritores de la talla de David Roas, Patricia Esteban Erlés, María Zaragoza o Gemma Solsona, por citar algunos.
¿Por qué dedican el ciclo a las casas encantadas?
Porque nuestra idea es que cada edición tenga una temática específica relacionada con los arquetipos de la literatura insólita, de la literatura inquietante, y está claro que como arquetipo literario la casa encantada se ha reproducido de mil maneras en el arte y es objeto de una renovación constante, aunque siempre mantiene su esencia. El año pasado tratamos la temática del fantasma, el monstruo arquetípico de esta literatura de lo insólito y este año hemos optado por la casa encantada, que va muy ligada a los fantasmas, a los espectros.
Por supuesto, hay mucha literatura y, no solamente sobre las casas encantadas.
Es un ciclo abierto, no solamente está presente la literatura porque también tenemos teatro y música. Precisamente se cerrará con Raquel López y el grupo Fonocracia, que van a interpretar una pieza de terror, basada en un cuento de Ana Martínez Castillo, coordinadora del ciclo, junto a Rosa Aguilera. La parte literaria está abierta también a otras visiones más heterogéneas, como la investigación paranormal, histórica de las casas encantadas, como la conferencia Infestación. Una historia cultural de las casas encantadas, de Erica Couto-Ferreira. No es solamente lo literario, vemos diferentes enfoques.
¿Hay alguna historia local?
Pues en Albacete tenemos uno de los hechos más inquietantes de la historia de la provincia, que tiene que ver con la marquesa Margarita Ruiz de Lihory y el palacete de la calle Mayor, con todo lo que ocurrió en el cuarto del Morro, el sótano. En mi caso, por ejemplo, la llevamos al teatro, con la obra Esconde la mano.
Una visión amplia de ese arquetipo literario.
Claro, la idea es que todo el público que asista disfrute, aprenda, lo pase bien y tenga una visión amplia de este arquetipo literario de las casas encantadas, desde visiones históricas, culturales, literarias y, de alguna forma, pretendemos, mediante las charlas y ponencias, también la narrativa de género se reivindique. Nos gusta que sea punto de encuentro y reencuentro, una cita anual para los amantes del género, de la cultura y la literatura en general. Tiene que haber un trasvase también, desde los autores y ponentes que vengan al público que acude.