Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Incentivos perversos

10/03/2025

La buena noticia es que el Estado ha condonado una parte de la deuda de las comunidades autónomas (CA). La mala noticia es que las condonaciones suelen generar incentivos perversos. 
En la literatura económica se habla del moral hazar, para indicar los incentivos perversos que una medida discrecional de gracia genera en los agentes económicos. Los presidentes del resto de CA españolas se han quedado con cara de tonto pensando: «El Estado ha perdonado la deuda a las comunidades que más han gastado. Nosotros que nos esforzamos en gastar poco y bien hemos salido perjudicados. Moraleja: 'Tonto el que no multiplique cualquier tipo de gasto público y se endeude hasta las cejas'». El lector puede imaginar por sí mismo el final de la historia.  
El tema de la deuda autonómica es tan importante como delicado. Si el Comité de Política Fiscal y Financiera hubiera sido consultado por el Gobierno habría reconocido que las CA son incapaces de atender con sus recursos ordinarios las competencias sociales derivadas de una crisis económica tan fuerte como la del 2008 y de una pandemia tan letal como la del Covid 2020. A continuación, habría aprobado un nuevo sistema de financiación que atendiera tales circunstancias. 
Posiblemente, ese Comité aceptaría condonar tanto o más que el Gobierno. Ahora bien, para eliminar los incentivos perversos, establecería cuatro cortafuegos. (1) Se condona el total de la deuda de la Generalitat de Cataluña que ascienda a 10.870 euros por habitante. (2) Al resto de CA se condonará una cantidad similar por habitante. (3) Cada una de ellas empezará amortizando su deuda. (4) El dinero disponible lo destinará a las necesidades prioritarias de la región o, simplemente, lo transferirá a sus ciudadanos para que cada uno lo utilizara como quiera.  En números, de los 10.878 € Castilla-La Mancha destinaría 7.692 a saldar su deuda. Si el gobierno regional se queda la mitad, cada castellano-manchego recibiría 1.093. Me apunto.