«En los partidos políticos hay instalados demasiados vicios»

María Albilla (SPC)
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Con una apariencia meliflua y sonriente se presentaba José Luis Rodríguez Zapatero ante la opinión pública, pero Joaquín Leguina asegura que detrás de esa careta se escondía un hombre de partido que movía los hilos a su antojo.

«En los partidos políticos hay instalados demasiados vicios» - Foto: JUAN LAZARO

Con una apariencia meliflua y sonriente se presentaba José Luis Rodríguez Zapatero ante la opinión pública, pero Leguina asegura que detrás de esa careta se escondía un hombre de partido que movía los hilos a su antojo proyectando una imagen muy trabajada. Fruto de esta mediatización, el PSOE perdió la batalla de las ideas que ahora lucha por recuperar para superar una doble crisis: la económica que sufre todo el país y la interna.

El socialista, que reconoce que Alfredo Pérez Rubalcaba es buen líder para su formación, adelanta que las primarias abiertas no tendrán tanto éxito como se augura debido al voto sindicado y apuesta porque Carme Chacón se presentará de nuevo como candidata tomando impulso desde su retiro americano. Para quien sí tiene buenas palabras es para la presidenta andaluza, Susana Díaz, «a quien solo he escuchado decir cosas sensatas desde que llegó al cargo», aunque critica que sea, como tantos otros políticos en España, una mujer de partido sin vida profesional al margen de la política.

Califica las legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero como la Historia de un despropósito. ¿Qué fue lo peor que hizo este presidente socialista?

Sin duda, el Estatuto de Cataluña. Abrir el melón estatutario así, sin contar con el partido alternativo, que era el PP, es un auténtico despropósito. Tú no puedes cambiar el sistema constitucional sin contar con una mayoría muy reforzada. Eso fue una aventura sin final con unas consecuencias muy muy perjudiciales, primero para los catalanes y, luego, para el resto de España.

Y, como dice el sabio refranero popular, ¿de aquellos polvos estos lodos?

En parte sí. Uno tiene que saber con quién se juega los cuartos y cuando uno se lo hace con los nacionalistas tiene que tentarse el bolsillo porque son grupos políticos que quieren destruir el Estado, por lo que hay que andar con tiento. No te puedes lanzar a la aventura y acabar como acabó aquello.

¿Hacia dónde cree que dirige Artur a Mas a Cataluña tras esta fractura?

Artur Mas se dirige al suicidio político y a la eliminación de su partido como fuerza hegemónica en la región. Va a entregar las llaves del reino a Esquerra Republicana, que es un grupo político de trapaceros y gente sin ningún sentido común. Es una locura que sigue el señuelo de que la independencia les llevará a la felicidad. El estúpido que se crea eso, allá él. Es un proyecto inviable en una Europa unida.

¿El PSC tiene ya las cosas claras o todavía flirtea con la idea de ese señuelo?

Las tiene un poco más claras que antes. Desde que se aprobó el Estatuto, el PSC ha perdido más de la mitad de los votos y, por tanto, de la representación en el Parlamento catalán. Si quieren seguir pedaleando cuesta abajo en la rodada, como dice el tango, pues es una locura más.

En Navarra también hubo cierta indefinición del PSN en cuanto a sus apoyos, hasta que Ferraz dio el golpe en la mesa.

Creo que eso fue un problema menor. El problema mayor para los socialistas navarros es que también han perdido un chorro de votos. Antes de pensar en cómo echar a Yolanda Barcina de la Presidencia foral, deberían plantearse cómo hacerlo a golpe de voto, pero nunca pensando en el apoyo de Bildu.Eso fue un error.

¿Qué está sucediendo o fallando dentro del partido?

En este caso el problema no era de Ferraz, era de ellos mismos. Cuestión de unos liderazgos ridículos y unas ambiciones que estarían bien orientadas si fueran a sacar más diputados.

Precisamente habla de la metapolítica o la preocupación por el parecer más que por el ser...

Sí, es la preocupación por la imagen en vez de por las ideas. Pero esta es una enfermedad que no solo tiene el PSOE. Es endémica en la política española. Es un problema de sustancia, de coherencia, de seriedad.

Estamos en un momento en el que la apreciación de la clase política es nefasta. ¿Se lo han ganado a pulso?

Hombre, todo es empeorable en esta vida, pero es cierto que es mala. Se han instalado demasiados vicios en los partidos políticos y se ha promocionado a demasiados incompetentes. El sistema de selección de las élites políticas en España es un problema gravísimo a mi modo de ver.

¿Y nadie se plantea poner solución a este tema?

Si los partidos, al menos los dos más grandes, se sentaran a la mesa con serenidad y franqueza empezarían por hacer una ley de partidos que les obligue, en primer lugar, a sacar las manos de sitios donde nunca las debieron haber metido, como las cajas de ahorro, la función pública o la misma judicatura. Es cuestión de hacer cumplir la Constitución, dónde se dice que los partidos deben ser democráticos en su estructura y funcionamiento. Esto implica que haya opiniones variadas y votaciones y, por el momento, en ninguno hay ni discusiones ni votaciones. En tercer lugar habría que poner coto a la corrupción. Por ejemplo, ningún tesorero o puesto similar debería estar en el cargo más de dos años. Estar tantos años es una invitación a la corrupción porque el que está cerca del dinero, al final tiene la tentación.

Está hablando de diálogo entre PP y PSOE. ¡Eso es una quimera más!

Es imposible porque no lo intentan, pero en este asunto deberían hacerlo. Es lo que va a marcar el futuro y deberíamos reclamarles esto para los jóvenes del partido. Este es otro problema, que no entra gente nueva y los que lo hacen es para hacer carrera. ¡La carrera se hace en la universidad!

Usted es precisamente muy crítico con este perfil de políticos. ¿Por qué?

No puede ser que para ser presidente del Gobierno no te exijan haber trabajado y cotizado a la seguridad social. Otro tema para apuntar en esa ley de partidos. Acaban de nombrar presidente del PP de Andalucía a Juan Manuel Moreno, contra quien no tengo nada de manera personal, pero es un chico que no ha trabajado nunca.

Tampoco Susana Díaz, presidenta socialista de la Junta de Andalucía, tiene curriculum profesional fuera del partido.

Sí, tiene el mismo déficit, pero no tengo nada contra ella. Me parece que desde que ocupa el cargo ha dicho cosas muy sensatas. No se trata de quitar a los que ya están sino de que este tipo de promoción no se produzca en el futuro. Para estar en la política habría que estar antes fuera de la misma.

Pero a ella la acaban de elegir y la están mostrando como la bandera de la regeneración del partido.

Yo la conozco desde que era una muchacha muy joven. Su carrera es parecida a la de José Blanco o Rodríguez Zapatero y dice cosas sensatas y eso se agradece.

El expresidente Zapatero era uno de estos profesionales. ¿Por qué es el momento de hablar de él cuando ahora nos interesan más los candidatos a las europeas o incluso los que aspirarán al próximo Gobierno?

Yo tenía muchas cosas que contar y creo que tiene interés saber qué ha pasado dentro del PSOE desde la óptica de una persona como yo, que ha sido muchos años un observador privilegiado de lo que ocurría dentro y fuera del partido.

Aunque no lo parezca por lo que dice, ¿en qué cree que atinó?

Diría dos cosas, aunque hay más: la Ley de Dependencia y la despolitización de RTVE.

Pero asegura que se dejó en el tintero algo tan importante como la reforma fiscal. ¿Está de acuerdo con la que va a llevar a cabo el PP?

Me temo lo peor, porque es difícil que de a saco en el IRPF. Cuando un partido socialdemócrata entra en el Gobierno, lo primero que mira es el sistema fiscal, que debería ser equitativo, y el español no lo es. Zapatero no hizo nada por eso. El 80 por ciento de lo que recauda el Estado por IRPF lo hace de los bolsillos de los asalariados y, dentro de la renta nacional, este colectivo ingresa entre el 40-45 por ciento, con lo que pagan el doble de lo que debieran. Esto para un Gobierno socialista es un crimen de lesa patria. Ahora, esperar que arregle esto la derecha es esperar en vano.

¿De haberse reconocido la crisis económica y haberse puesto manos a la obra antes, cree que habrían ido mejor?

Nos habría ido mejor. Sin duda. ZP no hizo nada para pinchar la burbuja inmobiliaria. En 2007 en España se consumió más cemento que en el Reino Unido y Alemania juntas. Era evidente que había un problema, pero el más grave viene de los financieros. De los financieros politizados de las cajas de ahorro, que han sido, en general, un desastre para este país.

Con Zapatero se inició una era de nuevo socialismo que es el que ha llevado a la ruina al PSOE. Ahora el partido intenta revertir aquello con la búsqueda de candidato con unas primarias abiertas que son un experimento. ¿Qué pasa si sale otro Zapatero?

¿Cuántos ciudadanos que no están afiliados van a participar? Yo creo que no van a ser muchos. En ese sentido van a ser fallidas, porque las elecciones internas en el PSOEestán llenas de sindicación de voto y eso no es de recibo. No se puede construir así la democracia interna de un partido. Es un paso arriesgado, pero es un paso hacia adelante.

¿Y si se repite el mismo perfil que el del expresidente?

Tenga por seguro que alguno habrá. Alguno no. Alguna.

Entiendo que estamos hablando de Carme Chacón.

Efectivamente.

Tras perder contra Rubalcaba en las primarias de 2012 desapareció del mapa político. ¿Es una estrategia para tomar impulso?

Eso parece, pero no lo sé. Habría que preguntárselo a ella o a su esposo.

De su esposo, Miguel Barroso, dice que fue una pieza clave a la par que nefasta en el Gobierno socialista.

Fue muy importante, sí. Es un hombre especializado en estas cosas de imagen y discursos electorales y de verdad pienso que no le ha hecho ningún favor al Partido Socialista.

De hecho, cuenta que el nombramiento de Chacón como ministra de Justicia fue un golpe de efecto que él ideó.

Sí. Así fue, pero es que en torno a este personaje y sus amigos, Zapatero montó un grupo mediático a sus servicio y eso es muy grave. Es repetir la misma jugada que hizo Aznar a través de Telefónica y Zapatero a través de La Sexta. Han sido dos desastres y yo me alegro de esto.

Dentro de este grupo de amigos y no muy buenos consejeros, incluye al que fue ministro de Industria Miguel Sebastián.

Enloqueció al entrar en política y se convirtió en un aventurero. Eso es lo que denuncio.

De José Blanco explica que es «la mano que aprieta»...

En muchas ocasiones sí, pero quien quiera enterarse de las minucias, que se lea el libro.

Deja muy claro que Zapatero no es lo que parecía.

No, desde luego que no. Esa persona suave, meliflua, sonriente... no era el Rodríguez Zapatero de verdad.

¿Qué había detrás?

Un hombre de aparato del partido que traía una experiencia muy negativa de León y aprovechó las grietas del partido para sacar ventaja porque el salió gracias al apoyo de los guerristas. Seguro que aquellos ya están suficientemente arrepentidos de lo que hicieron.

¿Es Rubalcaba el mejor líder que el PSOEpuede tener?

Rubalcaba es como los yacimientos arqueológicos, tiene muchas capas y según se va ahondando en ellas es más interesante. Ahora tiene la obligación de reconducir al partido a la mejor situación política y electoral posible y eso es un contrato que ha suscrito por cuatro años, así que tendrá que terminar su mandato independientemente de que vaya a ser o no el candidato del PSOE a la Presidencia.

¿Ve en forma a Elena Valenciano de cara a unas elecciones comunitarias protagonizadas por el eurescepticismo?

Dentro de la endogamia, la veo como una persona bastante razonable. De hecho, la pienso votar. Pero este no es el mayor problema del partido.

Si le va bien a Valenciano... Rubalcaba no dudará ir a las primarias, ¿no?

Pues ojalá, aunque será él quien lo tenga que decidir. Van a perder los dos partidos parte importante de su electorado y eso no es bueno para ninguno.

De cara a las generales y en un momento en el que la oposición no es fuerte y el Gobierno está tocado por la crisis, ¿es el momento de los partidos pequeños?

Hay de todo en la viña del Señor... pero no creo que sean la salvación de este país. Ojalá que alguno de ellos saque cabeza y remueva el cotarro.

¿Cómo Ciutadans? ¿O UPyD?

No, no. Yo prefiero a Ciutadans antes que a UPyD. Está mucho más fresco y tiene más ideas nuevas, además de líderes jóvenes. Creo que es de lo mejor que ha surgido en los últimos años.

¿Y qué opinión le merece Vox?

Conozco a mucha gente de este partido que me merecen gran respeto, pero no pienso votarles.