Con un mercado tan volátil como el actual, no sólo en el ámbito inmobiliario, cabe hacer una llamada a la responsabilidad para evitar especulaciones ante decisiones económicas que pueden dejar a mucha gente por el camino. Si nos adentramos en el campo del mercado inmobiliario como tal, la construcción ha sido y sigue siendo un pilar de la economía, y cuando ésta avanza razonablemente, las economías locales también lo hacen.
No hay que obviar que el derecho a la vivienda, en el caso de España, está recogido en la Constitución, y por eso hay que poner en marcha mecanismos para que todo el mundo pueda tener acceso, dentro de sus posibilidades, a una vivienda digna. Visto así, cabría esperar del Gobierno de la nación y de los gobiernos autonómicos que diseñaran unas líneas políticas que estuvieran al servicio de los ciudadanos en aras a facilitar la vivienda. Sin embargo, la crispación que se está viviendo en estos momentos hace imposible cualquier gesto de negociación política o pacto de Estado.
Por desgracia, para el ciudadano la realidad es que el precio de la vivienda en venta no da tregua. El coste de los inmuebles se incrementó en un 10,7% en el último año, según el último informe publicado por el portal inmobiliario Idealista, con datos correspondientes a noviembre. Al cierre del citado mes, el coste medio del metro cuadrado alcanzaba en la ciudad los 1.650 euros y, en comparación con octubre, cuando se situaba en 1.631, el incremento del precio de la vivienda fue del 1,20%, porcentaje que sube hasta el 3,20% en el caso de la variación trimestral. Por lo que respecta a la provincia de Albacete, el precio medio del metro cuadrado se situó en noviembre en 1.159 euros, con un incremento del 4,2% en comparación con ese mismo mes del ejercicio anterior, de un 1,7% respecto a octubre y una variación trimestral fue del 0,2%. Similar es la situación en el caso del alquiler, ya que los precios de este tipo de vivienda también continúan con su escalada y Albacete capital cerró noviembre con una subida interanual del 10,6% respecto al mismo mes del año anterior.
Llamativa es también la evolución del número de viviendas principales y no principales en el último lustro en la provincia, ya que en el primer caso apenas aumenta un 0,06%, mientras que en el segundo sube un 11%, lo que se traduce en que en cinco años lo que verdaderamente dr incrementa es la segunda vivienda.
Con este contexto, lo que se vive es un encarecimiento de los precios y una escasa oferta, a pesar de que la construcción de nuevas promociones empieza a tirar hacia adelante, por lo que para el nuevo año la vivienda seguirá siendo una de las grandes asignaturas pendientes. Caben cosas por hacer y, aunque la compleja situación económica no ayuda, el esfuerzo hay que realizarlo.