En Europa y en España más aún estamos empeñados, bastantes y la parva izquierdista en general, en presentar a Trump como un payaso y un histrión. Se viene a suponer que como nosotros, ellos desde luego que no, jamás le hubiéramos podido votar suponen, una y otra vez, que nadie lo puede hacer. Y resulta que los norteamericanos sí y en tropel.
Entonces se enfadan todavía más y se lanzan a ponerlo a parir y con ello, suponen, ya esta muerto y 'matao'. El subestimarlo ha sido, y es, el baremo que de continuo se le ha aplicado. Lo malo es que no es cosa del personal de a pie sino que es la practica del gobierno y de sus terminales mediáticas. Muy sobrados ellos, comenzando por nuestro engolado presidente, no se cortan en ponerse estupendos y retadores con un tonito mas o menos de «te vas a enterar tu de quien soy yo».
Pero el problema es, y más que va a ser, que Trump lo sabe. Lo sabe muy bien. Quienes y que son, y que pelajes hay en ese revoltijo de gobierno, y de quien son aliados y con quienes están más conchabados. Eso fue lo que quiso decir cuando respondió a un buen periodista, David Alandete, que fue subdirector de El País, cuando este era un periódico y no el boletín de su sanchidad, y ahora sigue siendo alguien con acceso a la Casa Blanca y a poder preguntar en directo al Presidente de los EE.UU. Y Trump lo aprovechó para mandar un mensaje muy claro a quien lo quiera entender.
Lo que dijo y advirtió es que sabe muy bien quienes componen, y con quienes andan abrazados sus diferentes recuas, el Gobierno español. Lo de preguntar retóricamente si nuestra nación era de los BRICS, con media sonrisa esbozada era una puntada con hilo y con el punto de mira fijado en donde más daño nos puede hacer. Vamos que sabe muy bien con quien andan Sánchez y su gran valido internacional, Zapatero.
La respuesta ha sido la peor que se podía dar. Un corroboración total. Sánchez se ha apresurado a presentarse como líder del antitrumpismo y jugando a lo que mejor se le da: a mentir. En esta ocasión con lo de la OTAN. Porque la verdad es que España es de todos los miembros quien menos aporta en los términos en que se mide la contribución, un 1,2% del PIB, cuando el mínimo exigido es el 2%. Y trampearle con esas cosas de los dineros a Trump, que de eso me da que sabe más que nadie, es peligroso a mas no poder. Porque está claro que nos lo puede hacer pagar. Ya lo hizo y ahora todo señala que esta dispuesto a ir a mas. A mucho más.
Proclamarse enemigo principal, presentar su candidatura a líder mundial anti-Trump, alardear de ello y intentarlo engañar puede salirnos caro. Y mucho me temo que nos va a salir. Porque seremos todos nosotros, como ya es costumbre, los paganos de sus deudas y sus cheques al portador, como es el caso de los separatistas, y ahora para que se vista con las galas de enemigo mayor. Supongo que habrá visto en ello rédito político y algo que le ayude a lo único que le importa, el poder y figurar. Miedo me da.