El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ya habla de «salud digital». Es más, defiende que es una herramienta imprescindible para la participación ciudadana en materia de sanidad y para la mejora continua de una sanidad pública potente.
Así lo ha definido hoy durante su participación en el debate de consejeros en el marco de la presentación del Informe del Observatorio de la Atención al Paciente 2023, organizado por la plataforma de Organizaciones de Pacientes
Fernández Sanz recordó que «en Castilla-La Mancha estamos muy involucrados en la salud digital y en la historia clínica electrónica, con un proyecto que iniciamos con la comunidad de Canarias y ahora seguimos nosotros en exclusiva; y tenemos muchos más proyectos financiados por Europa y otros autofinanciados por el Gobierno de Castilla-La Mancha».
Adelantó que en los próximos años se hablará de «transformación digital en Atención Primaria, en Medicina de Precisión, en Genómica, así como de nuestro proyecto de imagen médica, que lo vamos a renovar, de sistemas de información de laboratorio o de proyectos de las personas que están en tratamiento anticoagulante».
Expuso que los sistemas de información, en general, «son muy pasivos y queremos pasar a sistemas más activos, donde podamos incluir la información que nos da el propio paciente, no sobre la enfermedad, pero sí sobre las personas, por ejemplo dónde viven, cómo viven, quién los cuida», resaltó.
Comentó que así se tendrán «datos no sólo clínicos del paciente, sino también de su historia social. No es lo mismo un paciente diabético que viva solo o que viva acompañado por su familia, que viva en un sitio más disperso o en otro que haya más concentración de población».
Actualmente en Castilla-La Mancha hay más de 420 asociaciones de pacientes cuya participación contribuye a ver reflejadas sus necesidades y preocupaciones.