Monsalve y Solís recibirán la Cruz de San Raimundo de Peñafort

Josechu Guillamón
-

Los dos magistrados, que han realizado la mayor parte de su carrera judicial en la provincia, son condecorados con una distinción con la que el Ministerio de Justicia reconoce sus méritos

César Monsalve. - Foto: José Miguel Esparcia

Los magistrados César Monsalve Argandoña, presidente de la Audiencia Provincial de Albacete, y  José Ramón Solís García del Pozo, con destino en la Audiencia Provincial de Albacete recibirán el próximo día 14 de marzo de 2024 la  Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort.

Se trata de una distinción con la que el Ministerio de Justicia reconoce sus méritos en su larga trayectoria que, en ambos casos, ha estado íntimamente ligada a la ciudad de Albacete.

Se da la circunstancia de que ambos magistrados fueron condecorados con esta distinción con anterioridad, pero circunstancias ajenas, como la pandemia, provocaron que no se realizara el acto de entrega de las mismas, que se hará de forma oficial este jueves.

El magistrado Solís, otro de los galardonados.El magistrado Solís, otro de los galardonados. - Foto: la mancha pressAlegría y orgullo. Los dos magistrados se mostraban muy satisfechos de recibir este reconocimiento. César Monsalve recordaba lo que sintió al recibir la noticia. «Cuando me comunicaron la noticia sentí una gran alegría, un honor y un orgullo, porque recibir una condecoración de esta naturaleza del Ministerio es un reconocimiento a la tarea y a la labor que venimos realizando, ya no sólo yo, sino los órganos judiciales en los que he venido prestando el servicio, porque esto no es sólo cosa del juez que la recibe, sino también del equipo de profesionales que trabajan a nuestro alrededor».

Por su parte, José Ramón Solís aseguraba que era un honor recibir una distinción como la Cruz de San Raimundo de Peñafort. «Un reconocimiento de estas características, para cualquier profesional que lleva ya tantos años trabajando en la profesión, siempre es un placer y un honor. Además el acto de imposición de la medalla, que viene de los propios compañeros con los que has trabajado tantos años, es una buena señal que les apetezca hacerte un homenaje. Estoy muy contento por la condecoración y por el acto que organizan los compañeros y es un honor y un orgullo siempre».

Por otra parte, tanto Solís, como Monsalve, se mostraban encantados de compartir el acto de imposición con un magistrado con el que han trabajado juntos tantos años y es que ambos han desarrollado gran parte de su trayectoria profesional en la ciudad.