El presidente de Argentina, Javier Milei, ha anunciado un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que elimina numerosas leyes y normas para desregular la economía y permitir la privatización de empresas públicas. "Hoy es un día histórico para nuestro país. Después de décadas de fracasos, empobrecimiento, decadencia y anomia, hoy empezamos formalmente el camino de la reconstrucción", ha asegurado Milei durante un discurso televisado.
El DNU contiene 366 artículos encaminados a "destrabar el andamiaje jurídico e institucional opresor" y en su primer artículo declara "la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social hasta el 31 de diciembre de 2025", según ha publicado la agencia de noticias Télam.
El "plan de estabilización de shock" modificará el marco regulatorio de la medicina prepaga y de obras sociales y eliminará algunas de las leyes que regulan su funcionamiento, al igual que pasará con el sector de la industria prepaga, las empresas farmacéuticas, el sector turístico, registro automotor, clubes de fútbol, ley de tierras, la modificación del código civil y comercial, y la sección total o parcial del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas.
Respecto a las empresas públicas, el mandatario ha anunciado la eliminación de la normativa que impide su privatización y las transformará en sociedades anónimas como paso previo a su venta; también se reformarán las leyes laborales para "facilitar el proceso de generación de empleo genuino".
Asimismo, el Gobierno promoverá "un sistema económico basado en decisiones libres" mediante la "desregulación del comercio, los servicios y la industria en todo el territorio nacional", razón por lo que ha dejado "sin efecto" cualquier restricción sobre la oferta de bienes y servicios y las normas que "distorsionen los precios de mercado, impidan la libre iniciativa privada o eviten la interacción espontánea de la oferta y de la demanda".
Antes del discurso de Milei, miles de argentinos se han concentrado en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, vigilados por una fuerte presencia policial, para protestar por las últimas medidas anunciadas que buscan recortar drásticamente el gasto público.