La alcaldesa presentará una querella por el control de alcohol

José Luis Royo
-

Manuela Garrido considera que la prueba realizada no se ajusta a ninguno de los supuestos que establece la ley

El abogado Javier Murillo y la acaldesa Manuela Garrido. - Foto: Radio Tobarra Municipal

Manuela Garrido, alcaldesa de Tobarra, que dio positivo en un control de alcoholemia, ofreció su versión de los hechos en una entrevista en Radio Tobarra Municipal, tras no haber atendido la petición de numerosos medios de comunicación, entre ellos La Tribuna.

Garrido reconoció que tras haber estado de "comida y tardeo con mis hermanas, cenamos y después llevé a una amiga a casa y me fui a la mía porque consideré que iba en condiciones de conducir. Me había tomado dos quintos con el bocadillo de la cena".

Allí relata la alcaldesa que vio un coche con la luces encendidas, pero sin los indicativos de la Policía dados. "Aparqué y vinieron dos agentes de la Policía Local y me dijeron que me sometiera a un control de alcoholemia, yo les dije que se cuadraran que era la alcaldesa".

Tras realizarle la prueba dos veces, el resultado fue de 0,32. "En los minutos que estuve hablando con ellos, no los conocía, les pregunté su número de placa como puede hacer cualquier ciudadano".

Garrido asegura que "estaba en perfectas condiciones", aunque pide "perdón por haber cogido el coche después de haberme tomado dos cervezas".

De hecho, asegura que los agentes le hicieron también un test de drogas y le preguntaron si quería hacerse una analítica de sangre, pero "les dije que no, que pagaba la multa y ya está".

Negó cualquier tipo de altercado con los agentes, "ellos no se metieron conmigo, hicieron su trabajo, supongo" y añade que "el informe no dice nada, es en los medios de comunicación donde hablan de que ellos se sintieron amenazados".

El abogado del Ayuntamiento, Javier Murillo, presente en la entrevista, intervino para asegurar que "eso de que hicieron su trabajo lo va a valorar un juez" y explicó que "el reglamento de circulación especifica cómo debe hacerse un control de alcoholemia y en este caso no se cumple ninguno de los cuatro supuestos".

Así, Murillo explico que para someter a alguien a un control debe haberse producido un accidente de circulación, que el conductor dé síntomas de embriaguez y eso no aparece en el atestado, que haya cometido alguna infracción, tampoco se indica o que sea un control preventivo programado, que en este caso debe de ser autorizado por la Alcadía, y tampoco fue el caso.

"No se da ninguno de estos supuestos y menos para estar en la puerta de la casa de la alcaldesa, aparentemente es una arbitrariedad total y absoluta, que podrían haber vulnerado muchos preceptos legales, tanto de derechos fundamentales de la alcaldesa como preceptos de carácter penal como pueden ser delitos de coacciones, vulneración del derecho de revelación de secretos porque ha trascendido a los medios, también delito contra la integridad moral y de injurias con publicidad".

Por ello el abogado anunció que "tengo instrucciones de la alcaldesa para presentar una querella criminal contra todas las personas que hayan participado de alguna manera en estos hechos".