Cuando se habla de sequía, de falta de lluvias uno suele pensar en el campo, en los agricultores y en sus cosechas o en los ganaderos y en los pastos, pero la sequía va más allá. Sea como sea, según el presidente de Asaja en Albacete, Jorge Navarro, hay que remontarse a unos cuantos años atrás para encontrarse «con una situación catastrófica como la que estamos viviendo en la actualidad porque, como me contaron en su día mis abuelos y mis padres, por muy malo que hubiese venido el año siempre se cosechaba algo, aunque fuese poco, pero este año no vamos a recoger nada al menos en más de un cultivo de grano».
En lo que es el secano, dice Navarro, no sólo el cereal de ciclo largo prácticamente está acabado y el cereal de ciclo corto está aún peor sino que igualmente las leguminosas y los guisantes no han llegado ni a echar la vaina y prácticamente se están secando, mientras que la planta de las cebadas, de las avenas y del trigo no pasa de los 20 ó 25 centímetros, además de que carecen de fuerza para rellenar las espigas. Las siembras tempranas se llevaron a cabo entre octubre y noviembre y las tardías al mes siguiente, es decir en diciembre, y su recogida debería hacerse el próximo junio.
«Todos hablan de la sequía pero la sequía es algo real pues en cuanto uno coge el coche y circula por la provincia adelante, sin necesidad de bajarse de él, verá que allí donde se cultiva cereal en más de una parte se ve que lo único que queda es el suelo, la tierra, pero igualmente verá que allí donde hay plantados almendros u olivos estos presentan un mal color, mientras sus dueños están en alerta ante una futura parada de su sabia o del desarrollo de sus flores», comenta, por su parte, el responsable de los servicios técnicos de la organización agraria UPA en Albacete, Ernesto Girón.
No obstante, añade Girón, «está esto pero hay muchas más cosas, pues allí donde se viene a cultivar girasol se verá que el cultivo prácticamente está aún sin sembrar porque hay una falta de humedad cuando debería, por contra, estar ya sembrado, lo mismo que allí dónde debería haber pasto para el ganado, prácticamente no existe».
Todo apunta a que la actual sequía sigue el mismo patrón de lluvias que otra gran sequía que afectó a la provincia, la que hubo a principios de los años 90 y que dio origen a la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRO), tal y como recuerda, por otro lado, su presidente, Herminio Molina, y que, al igual que está pasando con la actual, trajo consigo, en aquel entonces, toda una serie de situaciones dramáticas empezando por el hecho de que en muchos casos los cultivos de secano no se pudieron ni cosechar y continuando por el hecho de que el río Júcar se llegó a secar a lo largo de un tramo de más de 50 kilómetros por la gestión de las aguas subterráneas que imperaba en aquel entonces.
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