Para muchos expertos que analizan tendencias y estadísticas fue el año pasado el que consideraban que servía realmente de termómetro social ya que en 2022 todavía podía verse influenciado por los resquicios de las fuertes restricciones que sufrimos en 2020 y 2021 por la pandemia. Y también ha ocurrido en el plano demográfico y social. Ejemplo es la tasa de emancipación juvenil, que en España subió en el primer semestre de 2023 hasta el 16,3% por primera vez desde 2020. Aunque sigue muy por debajo de la media de la Unión Europea (31,9), se trata de un buen dato que se desprende del último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).

La tasa de emancipación juvenil en Castilla-La Mancha es inferior a la media nacional y se situó, en el primer semestre del año pasado, en el 13,3%, siendo la tercera comunidad autónoma por la cola, solo por delante de Andalucía (12,9%) y Cantabria (11%).

Aunque las cifras de actividad y empleo eras similares a las del conjunto estatal, en Castilla-La Mancha existía, en la primera parte del pasado año, un mayor riesgo de subocupación (por insuficiencia de horas), de sobrecualificación (jóvenes con estudios superiores) y de realizar jornadas a tiempo parcial de manera involuntaria. Además, el 23,6% de las personas jóvenes que trabajaban se hallaban en riesgo de pobreza y exclusión social.

El informe del Observatorio de Emancipación revela las dificultades que tienen los jóvenes para tener un proyecto de vida, y que en el caso concreto de Castilla-La Mancha el alquiler mediano de una vivienda supone el 58% de su salario, y un 28,1% si lo que se arrienda es una habitación.

Cabe recordar que el sueldo mediano de los jóvenes de la comunidad autónoma está en torno a los 10.740 euros anuales.

El Observatorio detalla también que se produjo en la región un aumento del paro de larga duración, a diferencia de lo que ocurrió en el conjunto del país. El 33,7% de los jóvenes castellanomanchegos en paro llevaba más de un año buscando trabajo.

Emigración interprovincial. El informe del segundo semestre del Observatorio también recoge datos sobre emigración interprovincial de jóvenes. Al final de 2022 había en España 1.478.017 personas jóvenes empadronadas en el país que habían nacido en el extranjero: el 21,4% del total. Esto contribuyó a que el número de jóvenes en España se incrementara en los últimos años.

Entre las personas jóvenes nacidas en el país, la mayor parte estaba empadronada en la misma provincia en la que nació. Esto no significa necesariamente que vivieran allí, ya que la población joven se distingue por su mayor movilidad territorial, pero en muchas ocasiones no se empadronan en su lugar de residencia, por lo general hasta no establecerse en una vivienda de manera habitual y permanente, con vistas a un horizonte a medio y largo plazo.

Las comunidades con mayor emigración interprovincial, al igual que en años anteriores, fueron Castilla y León, Castilla-La Mancha y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En Castilla-La Mancha, el 86,4% de los jóvenes reside en la misma provincia de nacimiento, lo que supone un aumento del 0,16% respecto a 2018. El resto, un 13,6%, optó por dejar su provincia natal.

A nivel nacional, el 90,1% de los jóvenes vive en la provincia en la que nació, viendo incrementado este indicador un 30% respecto a 2018.