Mari Carmen Roldán Marcos presentó en Albacete y Hellín su novela Canciones robadas, que lleva como subtítulo Música, drogas, soledad y desvaríos en el Madrid de la Movida. La autora comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta obra. 

¿Una novela que tiene mucho que ver con Albacete y con la música?

Exacto, el contexto y el ambiente de la novela es el del final de la Movida, pero son historias de personajes y protagonistas que salieron un día de Albacete a buscar sus sueños. Pasarán una serie de cosas y terminarán volviendo, otra vez, a Albacete.

¿Por qué se fijó en esa época, finales de la Movida?

Pues mira, es una época que me tocó vivir casi en paralelo con los protagonistas. Es también rememorar nuestra juventud; la juventud de una generación que ahora estamos ahí, en esa edad adulta, y es mirar atrás y ver lo que hacíamos, cómo vivíamos y cómo era esa época. Me servía, un poco, como referencia, mi propia experiencia vital. 

¿Se cuelan datos biográficos en la historia?

En este caso no hay datos biográficos, pero sí experiencia vital, creo que eso es inevitable. Los personajes son creados, pero cuando escribes, te desnudas mucho y hay mucho de ti. Hay una mirada muy personal y una manera de entender y observar el muno que es propia y dice mucho del escritor en este caso.  

La obra aborda el problema de la salud mental. ¿Por qué?

Esa era una idea que tenía de siempre. También tengo experiencia profesional, trabajo en el ámbito de la salud mental, y siempre me ha interesado mucho compartir esa mirada diferente y esa vivencia de la enfermedad mental en primera persona. Entonces, me apetecía contar una historia desde la mente del protagonista. Lo he planteado así. Hay una parte en primera persona, para ir viendo esa evolución de cómo hay una fractura vital y unas percepciones que empiezan a distorsionarse, y como lo vive el protagonista. 

¿Por qué Canciones robadas?

Tiene mucho que ver con la trama. El protagonista es un chico que sale de Albacete con 18 años, que está loco por la música y su sueño es triunfar. En la búsqueda de ese sueño pasan muchas cosas relacionadas con las canciones robadas.  

¿El ambiente musical supone un atractivo para construir una novela?

Siempre digo que ésta es una novela con banda sonora, incluso hay un QR que remite a una playlist, con algunas canciones muy conocidas. Es la música que se oye en la época en la que se sitúa la primera parte de la novela y el protagonista está en ese ambiente. Luego, como él es músico, tiene mucho que ver con lo que le pasa. 

¿Muchos géneros literarios también en su trama?

Sí, a mí me cuesta ubicarla en un género literario concreto. Es una novela bastante personal, más de emociones y sentimientos. Canciones robadas es una novela que de pellizca un poco y moviliza sentimientos. Hay cierto suspense, temas más románticos, pero no me atrevería a encasillarla en un género en concreto.  

Funciona muy bien. 

Es cierto, estoy muy contenta, con los pies en la tierra, porque es muy complicado, con una oferta tremenda ahora mismo y cuesta. Las presentaciones han ido muy bien y empiezo a recibir mensajes de las personas que la han leído, que son muy positivos, eso te da un subidón. Ha sido un trabajo de tres años y la respuesta compensa. Aseguro que puede remover también, es una novela que toca las emociones y sentimientos. Si hay posibilidad de mirar de otro modo la enfermedad mental después de leer esta novela, cumpliré todos los objetivos.  

¿Dónde está disponible?

En Albacete está en Librería Popular y en las demás, se puede solicitar y pronto estaremos en distribución nacional. También está en todas las plataformas. 

¿Hay planes para otra obra?

Hay algún proyecto, alguna idea y, pero por ahora, voy a disfrutar con Canciones robadas y los momentos que me está regalando la novela.