La Asociación Cultural y Social Alborea cerró, en el salón de actos de la Diputación su ciclo de conferencias, con la intervención del exministro de Interior de España, Jaime Mayor Oreja, que tituló su ponencia Un momento crítico para España. Actualmente preside de la Federación Europea por la Vida One of Us y el Foro Trasatlántico Political Network for Values. También ha impulsado la creación de la Fundación Valores y Sociedad y recientemente Asociación NEOS.
¿Otro momento más crítico para España?
Es un momento singularmente difícil porque nos gobierna un proceso, no un gobierno;un proceso que es una mal llamada segunda transición, que nos lleva, no solo a la nada, a la ruptura del orden constitucional. Es decir, es un momento crítico en ese sentido. El mejor ejemplo de que no solo España, Occidente, vive un momento crítico es explicar la razón por la que el presidente Putin se atreve a atacar. Es porque hoy Occidente destila una imagen de debilidad y decadencia, de tránsito.
¿Cuál es la receta, si la hay, para salir de la situación?
Cuando uno está transitando hacia la nada, recuperará fortaleza si es capaz de entender que tiene que rectificar, que regenerar, abrazar la verdad y alejarse de la mentira. En Ucrania, lo que ha puesto de manifiesto esa brutal e injustificable decisión de Putin, fundamentalmente es que estamos alejados de la verdad. La verdad era que hacía falta una cultura de defensa, que hemos olvidado, y que hacía falta una seguridad, una independencia en el ámbito energético, y nos habíamos olvidado. Estamos en el género, en el transgénero, en el transhumanismo, en el aborto como un nuevo derecho de la Carta de Derechos fundamentales, es la mentira. Estamos caminando, no en el gobierno y bien común, en tratar de imponer una ingeniería social a españoles y europeos. Estamos en las ocurrencias, no en el gobierno. Esta situación nos da una oportunidad de regeneración y de no huir de la verdad.
¿Es posible esa regeneración de la política, de la sociedad?
La esperanza es lo último que se pierde. Fundamentalmente, para resolver un problema, hay que diagnosticarlo. Este problema, en mi opinión, tiene un sencillo diagnóstico, lo difícil es la coherencia y tenacidad para emprender un proyecto en la dirección contraria. Si preferimos seguir en la mentira, pensar que hemos derrotado a ETA, nos gobierna una coalición de PSOE-Podemos y no es así, nos gobierna un proceso, que ahora es Sánchez, ETA y Esquerra Republicana quienes cogobiernan este proceso y si Sánchez continúa en el gobierno, ETA va a gobernar el País Vasco en 2024, esa es la verdad.
¿La solución vendría en una convocatoria electoral?
No, hace falta una alternativa. No estoy en política, ni vamos a estar los que estamos haciendo NEOS, lo que queremos es explicar la crisis que está en los fundamentos y vamos a explicar hasta qué punto hace falta una alternativa cultural que se base en fundamentos cristianos y que no se trate de destruirlos. No nos corresponde el calendario electoral, ni aspiramos al poder. Queremos un debate en las ideas, en los fundamentos. Una cosa muy importante, que se nos olvida demasiadas veces, hemos despreciado la trascendencia de una dimensión espiritual religiosa de una civilización y estamos pisoteando todos los días todo los que viene de lo que nos han enseñado en ese terreno, y es otro error. No es que tengamos que compartir la misma fe, pero tenemos que saber respetar unos fundamentos esencialmente cristianos, que han soportado nuestra sociedad, en la vida, en la cultura de la vida, el matrimonio o lo que significa la importancia de la fe, sin que todos seamos creyentes y, todo eso, es básico en cualquier civilización, sobre todo en Europa.
Además, el día 26 hemos convocado una gran manifestación en Madrid, sobre el presupuesto de la vida y contra las leyes que son de ingeniería social y quería hacer un llamamiento para que también, desde Albacete, se pueda asistir a esa manifestación.
¿Otros podrían ocupar entonces ese espacio?
Todo este espacio del que hablamos, hoy esta ocupado, llamemos, por los que no creen en nada. Aquí, como el dinero es nuestro único referente, hemos administrado mal un bienestar material y ahora hemos dejado de tener referencias permanentes. Estos no se acuerdan que, por regla general, la religión es fuente de virtud y no tener referencias permanentes es fuente de desorden. Vivimos en el desorden y pasamos al extremo desorden, en todos los temas.