Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


José Luis García Vázquez

24/09/2024

En los días postreros de Feria, se nos fue José Luis Garcia Vázquez. Un hombre bueno al servicio del mejor Albacete. Hace muchos años que abandonó la vida pública, pero su estela permanecía en la memoria de los albacetenses. Su incansable trabajo por mejorar la ciudad desde su Concejalía de Deportes (1970-1979), también como delegado provincial de Educación Física y Deportes en aquellos años, no se olvidó. Ciezano de nacimiento, pero albacetense de adopción, pergeñó el nacimiento de una sólida estructura deportiva para la ciudad. En su época se impulsó el primer pabellón deportivo, como fue el muy interesante del parque que ha celebrado en silencio su 50 aniversario y al que pronto dedicaremos esta columna. García Vázquez también mejoró nuestro Carlos Belmonte, dotándole de la iluminación al Estadio con aquellas torretas de luz con su publicidad de la Caja Rural. Gracias a las facilidades de García Vázquez, el Carlos Belmonte vio la luz nocturna. La iluminación se inauguró en la temporada 73-74 contra el Real Madrid de los suplentes (Rubiñán, Macanás, José Luis o Aguilar), que vino como parte del pago del traspaso del gran José Antonio Camacho. García Vázquez también ayudó al Club en sus peores momentos y recibió la más alta distinción del Albacete Balompié por su presidente Navarro y ante su compañero, el recordado concejal y empresario don Antonio López Bleda. La historia de nuestro fútbol no olvidó a García Vázquez y en el tanatorio me encontré a Víctor Varela y a dos leyendas como Juanito y Ginés Meléndez. También José Luis impulsó la llegada de la universidad a Albacete. Y vería con orgullo cómo su hijo del mismo nombre, amigo de muchos años y compañero docente, logró plaza de catedrático en la universidad manchega. Facilitador de la Transición en Albacete, nos dejó un interesante libro que glosa ese período clave tanto en Albacete como en España. Mi amigo, Paco Risueño, figura clave de la UCD, al conocer su muerte me dijo «guardaré un magnífico recuerdo». Hay que despedir con honor a hombres como García Vázquez que, con pocos medios, pero con talento humano y político, empujaron a Albacete hacia el siglo XXI. Ese Albacete íntimo, que ya manejamos pocos, ha perdido a otro de sus hombres. Como señala nuestro paisano Ángel A. Herrera, «también somos los que se van».