Dicen que la historia se escribe a través de símbolos y que en ellos se refleja la realidad del momento. En el pequeño municipio de Fuensanta reside desde el viernes uno de esos símbolos que marcó la actualidad de Europa en el siglo XVI. Se trata del halcón maltés, no la estatuilla de oro y piedras preciosas buscada por Humphrey Bogart en la película que dio origen al cine negro, se trata de Vittoriosa, una hembra híbrida de halcón peregrino y halcón gerifalte, que fue entregada por el embajador de Malta, Daniel Azzopardi, al Reino deEspaña, concretamente al alcalde de Salinas de Añana, Juan Carlos Medina, quien se la cedió al albacetense Adolfo Ruiz, director de los Archivos Españoles de Cetrería, que la cuidará en la halconera de esta institución, ubicada en Fuensanta.
La entrega de un halcón por parte de Malta al rey de España cada año se se remonta a 1524. La Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén solicitó al rey de España, entonces Carlos I, la cesión de la isla de Malta, Gozo y Trípoli para proteger estos territorios del pirata otomano Barbartoja y de los piratas moriscos que campaban en esa zona del Mediterráneo. El monarca accedió a tal petición con una única petición: la entrega de un halcón maltés cada día de Todos los Santos (1 de noviembre). El ave se incorporaría a la halconera real para el disfrute del rey. El tratado fue firmado en Vitoria el 24 de marzo de 1524 y la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén entregó puntualmente el ave rapaz cada 1 de noviembre al rey hasta la conquista de la isla por parte de las tropas de Napoleón en 1798, que se interrumpe.
El 24 de marzo de 2024 se cumplieron los 500 años del tratado de la cesión de Malta por parte de Carlos I y Malta y España retomaron el acto simbólico de la entrega del halcón maltés. El acto se produjo en la localidad alavesa de Salinas de Añana, donde se mantiene el único monasterio de la Orden de Malta y la efeméride fue conmemorada por varias actividades, en las que participó el embajador de Malta en España, Daniel Azzopardi, en Vitoria.
El halcón maltés descansa en FuensantaAdolfo Ruiz explica que la entrega del halcón maltés tenía mucho sentido en el mundo del siglo XVI, porque «en aquella época era más preciado un halcón vivo empleado en cetrería que uno de oro, como aparece en el libro de Dashiell Hammett o en la película de Bogart». Ahora se abre un abanico de oportunidades para intensificar las relaciones entre Malta y España, asegura Ruiz, quien mantiene que «hay que actualizar el simbolismo del halcón maltés, porque ya no es un acto de vasallaje hacia la Corona, sino que debe ser un acto diplomático entre una república, como es Malta, y una monarquía parlamentaria, como es España, y darle un sentido práctico y actual». De hecho, según confirmó el propio embajador, la liga de fútbol profesional de Malta incorporará al halcón maltés a su logotipo.
Ajena a todo, Vittoriosa descansa ya en Fuensanta, donde se prepara para su nueva vida, en la que tendrá tres destinos: la cetrería, la educación ambiental y su participación en actos protocolarios. Su nombre no está elegido al azar, ya que los caballeros hospitalarios de San Juan de Jerusalén escogieron esa denominación a la antigua capital de Malta después de resistir un asedio, un relato paralelo de la ciudad de Vitoria. La historia se escribe con símbolos y desde este año Vittoriosa se ha convertido en uno de ellos para dos países España y Malta, que ahora caminan con un vínculo más cercano en esta Europa que lucha por su supervivencia en un escenario un tanto convulso.