En mi columna del domingo pasado ya daba una pincelada del retroceso que han sufrido las comunicaciones ferroviarias en la provincia y esta semana se corroboró con las informaciones que publicamos en La Tribuna de Albacete, donde revelábamos que se perdieron el 75% de las frecuencias diarias de Albacete con Valencia, mientras que con Madrid bajaron un 12% desde la entrada en funcionamiento de la línea del AVE, allá por el año 2010. Si a esto sumamos, el cierre de la línea convencional con Murcia -Renfe y Adif dicen que de forma provisional-, el anuncio de un AVE entre Burgos y Murcia sin parada en la capital albacetense o el cambio de destino en Madrid de Atocha a Chamartín, la situación es paupérrima. En vez de evolucionar, las comunicaciones por tren retrocedieron para la provincia.
Mientras tanto, el ministro del ramo, el polémico y soberbio ÓscarPuente, está más ocupado, y preocupado, por contestar mensajes por las redes sociales que por gestionar una red ferroviaria que hace aguas y más cuando entraron en el escenario las compañías de bajo coste que, en teoría, deberían abaratar los billetes y aumentar las frecuencias.
Esta tierra está cansada ya de promesas que nunca llegan y sus parlamentarios en Madrid deberían comenzar a sudar la camiseta de Albacete y dejar un poco de lado los postulados de partido. Porque los albacetenses son los que les colocaron en sus cargos y tienen una responsabilidad para con ellos. Así que, remánguense, y comiencen a llamar a las puertas de los ministerios, a formular preguntas parlamentarias y a trabajar por una tierra que, como no es estratégica, es una de las olvidada de los proyectos y los servicios que deben servir para su desarrollo. De momento, estamos a la espera.