Profesionales de la consulta de Estomaterapia del Hospital General Universitario de Albacete celebraron ayer una sesión divulgativa y de encuentro con pacientes ostomizados en el salón de actos del Hospital Perpetuo Socorro, donde trasladaron sus experiencias, crearon vínculos con otros enfermos y recibieron pautas para el día a día. La jornada, con la que se quiso visibilizar el Día Mundial de la Persona Ostomizada, que se celebra mañana sábado, finalizó con una pequeña caminata.
La enfermera estomaterapeuta Ana Belén Flores, una de las dos profesionales que se ocupa de la consulta monográfica que funciona en el Hospital General, informó que en lo que va de año se han atendido 72 nuevas ostomías, de las que el 33% eran procedimientos urgentes, y que en un 26% de los casos los pacientes afectados eran mujeres, de una media de edad de 66 años.
Durante el pasado ejercicio fueron 1.500 las consultas por ostomías, tanto de primeras consultas como de visitas, las registradas en este servicio de Estomaterapia, una cifra que Flores comentó que se prevé que se incremente al cierre de este año, «puesto que se han incrementado las visitas programadas a los pacientes el primer año, que en un año como mínimo vemos hasta en 11 ocasiones».
A diario la consulta de Estomaterapia ve al día a unos 10 pacientes con ostomías.
Los pacientes que acuden a esta consulta son aquéllos a los que les han tenido que abocar el intestino o las vías urinarias al exterior, por algún tipo de enfermedad, siendo el cáncer la más frecuente, tanto vesical como intestinal, pero también en ocasiones pacientes con algunas enfermedades como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn también precisan que se les quite un trozo y se les practique una ostomía, que en muchos casos es provisional, pero en otros, es definitiva e irreversible.
Son casi un millar las personas que hay ostomizadas en la provincia de Albacete y que están en seguimiento en la consulta monográfica. Cada año debutan con este problema de salud en torno a 150 pacientes, bien fruto de una colostomía (motivada por un cáncer colorrectal u otras dolencias, con una infección abdominal, una lesión en el colon o en el recto o un bloqueo parcial y completo del intestino grueso), una ileostomía, o por una dolencia urológica.
La enfermera Ana Belén Flores recordó que los afectados ya reciben asesoramiento y acompañamiento desde esta consulta incluso antes de ser intervenidos. «Aquí les ayudamos a gestionar el cambio, no sólo físico, sino también social y emocional de cara a sus rutinas a la hora de relacionarse, porque no todas las personas saben gestionar igual sus emociones ante un proceso de estas características y necesitan más apoyos», agregó la especialista, que aclaró que «nosotros ayudamos a esos pacientes antes de la ostomía y después a quitarles los miedos que tienen a los cambios que van a sufrir».
Flores anunció que el lunes próximo celebrarán una reunión para incluir la guía de cuidados de paciente que espera o vive con una ostomía dentro del servicio, entrando así en el programa de BPSO de guías de buena práctica, que asegura al paciente unos cuidados basados en la evidencia.