El Almansa con Afanion no pudo hacer bueno el dicho de que no hay dos sin tres. Y es que los jugadores del conjunto blanquiazul no fueron capaces de dar continuidad a su buena racha fuera de casa después de toparse con un Lobe Huesca La Magia que quiso reivindicarse ante su afición tras haber realizado una puesta de largo liguera que le ha obligado a viajar en el furgón de cola de la tabla. La falta de variantes para frenar el descaro de los jugadores exteriores del equipo peñista lastró en exceso a una escuadra manchega que fue a remolque, pero con esperanzas hasta un último cuarto en el que nada salió según lo esperado.
El enfrentamiento arrancó con más motivación que confianza en dos conjuntos deseosos de dejar atrás las estrecheces clasificatorias. Las huestes de Tino Ugidos se encomendaron de inicio a la versatilidad anotadora de Toledo para mantenerse en el encuentro hasta que el cuadro oscense dio el primer puñetazo de autoridad sobre la mesa (22-13, min. 9). Y es que no encontró forma de detener la defensa del equipo almanseño la constante generación de juego desde la pintura de Malo. El jugador del Lobe es un base disfrazado de pívot que tiene a su alcance todos los fundamentos y recursos con los que hacer mejores a sus compañeros y, sobre todo, causar daño en defensas de alto voltaje como la propuesta por el cuadro blanquiazul.
Quiso reaccionar de forma urgente el Almansa. Sin embargo, las mejores ideas en defensa y en ataque correspondieron a los pupilos de Rafa Sanz, capaces de ahogar los tiros de Monteiro, Luis García y Andrade cerca del aro. Sin capacidad para generar tiros cómodos, Sabaté y Navarro lanzaron una y otra vez al acorazado portugués al choque en el poste bajo. Una propuesta poco rentable y que permitió al Lobe Huesca mantener su mullido colchón hasta las puertas del descanso (31-24, min. 16).
Con los mismos pinceles se dibujó un tercer cuarto en el que quedaron aún más claras las armas a emplear por los dos contendientes en busca de la cotizada victoria en la batalla del Alto Aragón. De un lado Rafa Sanz ofreció alas al vértigo de sus chicos, siempre dispuestos a compensar la falta de envergadura con intensidad y dinamismo. En la parcela opuesta, el trabajo en la zona y el fragor en el cuerpo a cuerpo en una guerra de guerrillas que lideraron Toledo y Monteiro, con Godspower alternando aciertos con errores a partes iguales. Diez minutos que sí sirvieron en todo caso para dejar en mejor posición al Almansa Con Afanion de cara a una recta final que se antojó más decisiva que nunca, hasta el punto de quedar a tiro de canasta al comienzo del último cuarto gracias a los lanzamientos libres anotados por Ivankovic (56-54, min. 32).
Un bonito espejismo que se encargaron de borrar de un plumazo Scariolo y Kumpys con la puntería propia de un francotirador. Incapaces de frenar la velocidad de piernas y el atrevimiento en las penetraciones a canasta de los estiletes del cuadro oscense, el equipo de Tino Ugidos se resignó a morir con oficio después de un parcial 8-0 que sepultó cualquier esperanza de volver con algo positivo de Huesca, más allá de pensar en revertir la situación la próxima jornada en casa ante un Ponferrada que también busca huir de la quema.