El cuadragésimo segundo Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Ciudad de Albacete, se clausuró brillantemente en el Auditorio Municipal de Albacete, con la lectura del acta con el fallo del jurado y el concierto a cargo de los galardonados.
El primer premio, Ciudad de Albacete, que está dotado un beca de 3.000 euros, diploma y gira de conciertos, fue para Alexandre David Lutz García, que interpretó en la prueba final obras de Beethoven, Schumann y Ravel.
El segundo premio, Fundación Globalcaja Albacete, dotado con 1.500 euros y diploma, fue compartido, para Carla Román Váquez y Harrison Herman.
Además, se entregaron otros premios especiales, como el Real Academia de Bellas Artes de San Fernando-Colegio Oficial de Arquitectos de Albacete, que fue a Noelia Navas Padilla; el Julio García Casas-Juventudes Musicales de Sevilla, fue a Alexandre David Lutz García; el Agustín Peiró Hurtado, fue a Enrique Álvarez del Moral; el Pilar Amo Vázquez, para Carla Román Vázquez; el Julia Guigó Toboso, recayó en Alexandre David Lutz García; el Iris Sánchez Piqueras, lo ganó Manuel Nicolás Margineanu. Así mismo, el premio especial Liceo Glinka, fue a Alexander Beliakov de Felipe.
El concurso, que comenzó el lunes ha convertido a Albacete en centro de la gran música nacional, como evidencia este certamen pianístico, uno de los más prestigiosos y con ganadores que triunfan en los mejores auditorios internacionales.
El presidente de Juventudes Musicales de Albacete y del jurado del Ciudad de Albacete, Agustín Peiró Amo, comentó a La Tribuna de Albacete que «esta edición ha respondido a las expectativas, con creces, porque la veteranía y la fama siempre te hacen intentar superarte, con participantes de Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, Murcia, Navarra y Valencia, más otros concursantes nacidos fuera de España, en Australia, Corea del Sur y Francia, con 26 concursantes, aunque 30 eran los inscritos».
El nivel artístico, confirmó Agustín Peiró «ha sido extraordinario, y el triunfador, Alexandre Lutz García, fue ganador del segundo premio hace cuatro años y aquí quiero resaltar que, de los 30 inscritos, 15 son repetidores y el ganador, ha vuelto y este año es primero, sin que esa circunstancia haya influido en la deliberación. El resto de los ganadores, también muy buenos».
Indicó Agustín Peiró que lo importante del concurso, «además del concierto inaugural de Pedro López Salas, que fue de una altura increíble, es que supone un estímulo y un reto, ya que el 50 por ciento de los inscritos vuelven, porque eso quiere decir que han creído en la honestidad y prestigio grandísimo del Concurso Nacional. Sin duda consideran que se hace justicia y que es un concurso serio y, por otra parte, valoran el recibimiento y el ambiente del certamen, porque según la opinión unánime, están como en casa, es el único en el que no entran como adversarios, lo hacen como compañeros y eso hace que en su papel de músicos, lo hagan mejor». Seguro que en breve ya piensa Juventudes Musicales en una nueva edición, «de aquí a media hora», dijo Agustín Peiró, «viendo cómo se puede mejorar en este certamen, que es una ofrenda a la ciudad».